_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Cuatro compositores y un coro centenarios

Orquesta Sinfónica de Moscú

Director: Jorge Rubio. Sociedad Coral de Bilbao. Director: Gorka Sierra. Obras de Esplá, Donostia, Guridi y Gómez. Teatro Real, 15 de marzo.

Sorpresivamente, no ha sido ninguna de nuestras orquestas, sino la Sinfónica de Moscú, bajo la dirección de Jorge Rubio, la protagonista del justo homenaje a cuatro grandes de la música española de los que celebramos el centenario de su nacimiento: Óscar Esplá, José Antonio Donostia, Julio Gómez y Jesús Guridi. Todos ellos figuran entre los que Esplá, con razón, denominaba "creadores del sinfonismo español". Su obra, larga, rica y significativa, no se frecuenta en la medida que debiera, aunque haya que anotar la resurrección de ciertas partituras de Gómez; el. imponente esfuerzo de Jorge de Riezu en la publicación de la ópera omnia, music2d y teórica, de Donostia; la publicación de los escritos de Óscar Esplá, recogidos y anotados por Antonio Iglesias, y la persistencia en el repertorio, junto títulos líricos, de las Melodías vascas, de Guridi.El quinto centenario que confluyó en el concierto del sábado noche fue el de la Sociedad Coral de Bilbao -que patrocina un interesante ciclo de conferencias y conciertos y tina excelente exposición en la que se recoge buena parte de su historia-. Esa Sociedad Coral, de la que Guridi fue director, que dio lugara la creación de parte de su obra coral, que propicio en 1910 el casi nacirniento de la ópera vasca, ha venido a Madrid para cantar los Cuadros vascos. Espléndida muestra de un popularismo coreográfico, fue estupendamente interpreta.da por los cantores vizcaínos y los profesores soviéticos, aunque la percusión encontrara cierta dificultad para atinar con el ritmo de la espatadanza.

La finura de sensibilidad del padre Donostia queda evildenciada en las acuarelas vascas, un paisaje y cinco danzas estrenadas por Arbós y la Sinfónica en 1932. Procedente de los preludios-esa especie de columna vertebrál de la invención vasquista de Donostia- y en algún caso ligada a la tierna Navidad, de Henri,Gehón, esta suite, hasta la que llegan arorrias nórdicos a lo Grieg, tanto corno impresionismo mediterráneo, constituye una pura delicia.

No menos demostrativa de la más honda naturaleza musical de Esplá -tan enamorado del tema infantil como García Lorca- resulta la suite sobre La pájaro pinta, que de6ía haber acompañado el texto de Alberti. Posee óscar obras de mayor efecto y positiva grandeza, pero se me antoja que aquí se esconde el secreto de su mejor intimidad: la que gustaba de disimular tras un talante severo, si no adusto, con el que quería "retorcerle el cuello" a la elocuencia de su ternura, tan personal como alicantina, tan pegada a su yo como a la geografia, lia canción y la danza de la marina y de la sierra.

En fin, Julio Gómez, con su página más divulgada, que tanto ruido armó cuando su estreno por Pérez Casas el año 1917. No afirmaría que se trata de su irnejor partitura, pero sí que nos habla de un poder aféctivo, de una rnartera a la vez directa y oblicua de entender lo popular, representativa de parte de la creación de su autor. Especialmente el preludio y la danza final resultaron no sólo atractivos, sino también exponentes de una manera peculiar dentro de las corrientes nacionalistas españolas, cuyos dos polos más extendidos recoge Julio: un cierto arabismo, más que alhambrismo, y la jota como explosión brillante de nuestro cantar. Hizo Rubio una magnífica labor. Preparó en pocos ensayos y con calidad todo el programa, que supuso un éxito para todos.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_