El 75%, de los votantes suizos rechaza la adhesión a la ONU

La entrada de Suiza en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha sido rechazada por el 75,7% de los votantes en el referéndum celebrado el pasado fin de semana. Los suizos se reafirman así en su neutralidad y rechazan una propuesta del Gobierno para entrar en el alto organismo internacional.

Los colegios electorales, abiertos desde hacía varios días para permitir los votos anticipados, se cerraron ayer al mediodía, con un 50,2% de participación. Un 75,7% de los sufragios emitidos fueron contrarios a la propuesta del Gobierno, frente a un 24,3% de síes.Concluía así uno de los debates más vivos de los últimos 40 años de la historia de Suiza.

La iniciativa hubiera necesitado para ser aprobada obtener un sí mayoritario en 14 de los 26 cantones que integran el país. Durante la campaña, muy animada, los partidos políticos se dividieron, incluso en su interior, entre partidarios del sí y del no.

Los favorables a la entrada en la ONU (el Gobierno, él Parlamento y la mayoría de los partidos políticos) insistían en que Suiza no podía permanecer por más tiempo al margen de los grandes asuntos del mundo y que sólo la adhesión a la ONU permitiría a la confederación participar en las grandes decisiones.

Por su parte, los adversarios de la propuesta del Gobierno ponían el acento en que el ingreso, en su opinión, hubiera tenido como principal efecto el poner fin a la neutralidad helvética, reconocida internacionalmente desde 1815. Los partidos políticos se dividieron frente a la consulta: a favor del sí, los socialistas y los democristianos; a favor del no, los liberales.

El resultado sorprende, en todo caso, por su amplitud, ya que si bien se esperaba un voto conservador en favor de mantener la actual situación, los partidarios del no han conseguido un porcentaje inesperado incluso para ellos. Los últimos sondeos realizados antes del referéndum les otorgaban entre el 55% y el 60% de los votos.

Voto de castigo

La idea de este referéndum nació oficialmente en el año 1967. El resultado negativo de ayer constituye una total desaprobación al Ejecutivo de la Confederación Helvética, porque el Consejo Federal -el Gobierno de los siete sabios- había pedido a los electores que se pronunciaran en favor de la adhesión, del mismo modo que la mayoría de los parlamentarios.Este voto sanción de los electores suizos refleja también, en cierta medida, el ascenso de la extrema derecha. El movimiento Vigilancia experimentó en noviembre un espectacular ascenso, al conseguir cerca del 20% de los votos en el cantón de Ginebra, en tanto que otra organización de extrema derecha, Acción Nacional, lograba igualmente una importante penetración en Zúrich, el más poblado de los cantones helvéticos.

Quince días antes de la consulta del domingo, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Eduard Brunner, puso personalmente en juego su prestigio al declarar que no desistiría en caso de que venciera el no. "Llamaremos de nuevo a los electores a pronunciarse sobre este asunto en los próximos años", declaró, no sin matizar que "todo dependerá del resultado del voto".

Brunner debía pensar entonces en la citada mayoría del 55% que revelaban las encuestas. No obstante, el resultado de ayer permite pronosticar que la cuestión de la entrada de Suiza en las Naciones Unidas queda definitivamente abandonado.