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Un fabricante de caramelos, acusado de extorsionar a otro en nombre de los GRAPO

Un empresario, fabricante de caramelos, intentó extorsionar a otro industrial del mismo sector reclamándole 10 millones de pesetas en mensajes que atribuía al Nuevo Comando Madrid-GRAPO, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía. El supuesto extorsionista, cuyo nombre responde a las iniciales F. J. T. L., de 35 años, había trabajado durante ocho años con el industrial al que intentaba chantajear. El detenido niega su implicación en los hechos que se le imputan.

El industrial objeto de la presunta extorsión, propietario de una empresa de caramelos ubicada en la localidad de Torrejón de Ardoz, recibió los días 14 y 20 de febrero llamadas telefónicas y cartas firmadas por el Nuevo Comando Madrid-GRAPO en las que se le exigía la cantidad de 10 millones de pesetas, que debía depositar en billetes usados en la calle madrileña de Duquesa de Tamames, situada en el distrito de Carabanchel.Cinco días después el industrial recibía una nueva notificación del supuesto comando en la que se le conminaba a la entrega del dinero, puesto que si no lo hacía la organización tomaría represalias contra él y su familia, según informó la policía.

El empresario chantajeado vive en Madrid y denunció los hechos en la comisaría de Usera.

La policía montó un servicio especial de vigilancia para tratar de detener al autor de los anónimos, pero nadie se presentó a retirar la bolsa con el dinero.

Descartada la implicación de la banda terrorista GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre), la policía investigó entre delincuentes comunes y personas relacionadas con el denunciante.

En las sucesivas citas para recoger la bolsa se había observado la presencia en los alrededores de un automóvil, marca BX, con matrícula de Madrid, propiedad del industrial detenido, persona sobre la que se centraron las sospechas.

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La máquina de escribir

Inspectores de la comisaría de Usera averiguaron que el papel y los tipos de letra de los anónimos que había recibido el industrial coincidían con los suministrados por la empresa del industrial detenido a una imprenta, según dictamen de la Sección de Documentoscopia del Gabinete Central de Identificación. Tras detener al fabricante, de caramelos, se le incautó una máquina de escribir en la oficina de la empresa en la que supuestamente se escribieron los anónimos.El detenido, que carece de antecedentes penales, negó en sus declaraciones a la policía su implicación en el delito que se le imputa. F. J., que ayer fue puesto a disposición judicial, había trabajado durante ocho años con el industrial al que supuestamente intentó chantajear y era amigo de la familia.

Las amenazas habían provocado una considerable intranquilidad tanto en la familia de la víctima, que llegó a cambiar de residencia, como en los empresarios del ramo, con los que el empresario había comentado la extorsión de que era objeto, según informó la policía.

Un portavoz de prensa del Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz, una localidad de 75.000 habitantes situada a 32 kilómetros de Madrid, en la carretera de Barcelona, manifestó ayer que sólo existen dos fábricas de caramelos en la citada localidad: GuIdyn-Ogom, situada en la calle del Titanio, e Intervan, ubicada en la calle del Grafito.

Al parecer, una de estas empresas atravesaba graves problemas económicos, aunque la citada fuente del Ayuntamiento de Torrejón no pudo precisar de cuál de las dos se trataba.

La Jefatura Superior de Policía no facilitó ayer la identidad de los empresarios.

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