Los métodos para seguir viviendo de la crisis

Las cajas rurales en proceso de saneamiento han conseguido dos cosas que no lograron los gestores y propietarios de los bancos en crisis. En buena parte de las cajas rurales con graves problemas de solvencia siguen al frente de los órganos rectores y de gestión las mismas personas que los ocupaban cuando se produjeron las crisis. En todas las cooperativas que tienen ayudas públicas para su reflotamiento las aportaciones de fondos de los socios cooperativistas -el equivalenteal capital de las entidades privadas- vienen recibiendo una-remuneración de intereses -equivalente al dividendo a distribuir entre los accionistas como si tuvieran resultados positivos cuando las pérdidas acumuladas superan los 30.000 millones de pesetas.Los procesos de saneamiento, de los bancos en crisis estuvieron presididos por dos principios que no se modificaron a lo largo de los más de 50 casos en que se tuvo que intervenir. Los accionistas perdían todo o parte del capital desembolsado en la entidad, además de reducir a cero las reservas existentes para absorber una parte de las pérdidas, mediante operaciones acordeón. El otro principio era que todas las ayudas públicas, préstamos a bajos tipos de interés o compras de activos fallidos, se hacían efectivas una vez que los antiguos gestores habían desaparecido y se había hecho cargo de la entidad un nuevo equipo.

En las cajas rurales en saneamiento ha ocurrido todo lo contrario en buena parte de las ocasiones. Los directivos de las instituciones han permanecido en los mismos puestos o los han cambiado por otros de igual significación. Los miembros de los consejos rectores han pasado a ocupar cargos de gestión directa o los directivos han sido nombrados miembros de los consejos. La normativa legal, que hace de la asamblea de cooperativistas el único órgano de decisión en los aspectos de nombramientos de gestores y responsables, impide cualquier toma de posición que sea contraria a los deseos de estas asambleas.

El grupo asociado Banco de Crédito Agrícola-Cajas Rurales, al no tener personalidad jurídica, es incapaz de forzar sustituciones o nombramientos más acordes con la realidad de las cajas rurales. Sólo así se explican situaciones concretas por las que en algunos casos concretosde cajas rurales en crisis con excesivos riesgos concentrados en empresas no relacionadas con el sector agrario se haya producido un empeoramiento de este riesgo en lugar de teducirse, como era lo lógico.

Lo que parece poco presentable es el hecho de que los socios que aportaron capital para la formación de las cajas rurales, en numerosos casos procedente de créditos concedidos por las propias cajas a las cooperativas, no hayan visto mermados sus ingresos procedentes del pago, de intereses de estos capitales en una situación de crisis.