Los militantes nigerianos asaltaron el 'Izarra' porque temían que llevase armas para un golpe

La dotación de la patrullera nigeriana que asaltó el buque Izarra el 19 de junio de 1984 buscaba armamento destinado a un golpe de Estado, según fuentes diplomáticas españolas. Las autoridades nigerianas vivían en aquel entonces en una psicosis desató el golpe de Estado (que se produjo más tarde, el 27 de agosto de 1985) y sospechaban del barco español. Fuentes de la embajada de Nigeria en Madrid se negaron a confirmar estos datos.

Según las mismas fuentes diplomáticas, un helicóptero nigeriano sobrevoló el 18 de junio de 1984 el Izarra, que llevaba 28 tripulantes a bordo. Un día después, una patrullera de la Armada nigeriana se aproximó al buque y ordenó al capitán del barco, José Luis Peciña Martínez, de 56 años, que le acompañar al puerto de Calabar (Nigeria).José Luis Peciña respondió a los militares nigerianos que el buque se encontraba a 18 millas de la costa, y, por tanto, fuera de las aguas nigerianas reconocidas internacionalmente. Sin embargo, las autoridades de este país africano consideran que sus aguas llegan a las 30 millas, por lo que un oficial de la embarcación, acompañado de cinco soldados, abordó el barco.

Estos militares registraron el buque e interrogaron a sus tripulantes en busca de armamento, sobre el que existían sospechas de que fuera destinado a la oposición nigeriana. Tras una búsqueda infructuosa, el Izarra fue escoltado al puerto próximo de Calabar, donde continuaron los registros. En el mes de junio de 1984, el régimen de Nigeria vivió bajo la psicosis de un golpe de Estado, con diversos llamamientos a la rebelión de líderes de la oposición en el extranjero. Esta psicosis se vio reflejada en el golpe de agosto de 1985, que derrocó al régimen de Mohamed Buhari.

Las autoridades nigerianas adujeron después supuestas irregularidades en el tráfico de gasóleo realizado en anteriores viajes del barco, ya que en el momento en que el buque fue detenido iba sin carga alguna. Un tribunal militar condenó al capitán del petrolero a la pena de muerte, en virtud de una legislación de excepción, por dos delito de exportación ilegal de gasóleo, realizados en la ciudad costera de Bonny el 30 de enero y el 27 de febrero de 1984. En marzo de 1985, el Consejo Supremo Militar, máximo órgano del régimen militar de Buhari, conmutó la pena de muerte por otra de 25 años. Actualmente, el nuevo régimen nigeriano, encabezado por Ibrahim Babangida, revisa la sentencia del capitán Peciña.

Las empresas Domaco Holdings, propietaria mediante un contrato leasing (alquiler que finaliza en compra) del buque, y la Maritima Spain Africa Lines, responsable del manejo del barco, han interpuesto una demanda de juicio ordinario declarativo de menor cuantía contra el Estado de Nigeria, ante el Juzgado de Las Palmas, por un supuesto delito de piratería.

Indemnizaciones

La demanda de las dos empresas insiste en que el Izarra se encontraba en aguas internacionales cuando fue abordado por la patrullera nigeriana. "El capitán del Izarra ( ... )", según la demanda, "se negó a obedecer las ilegítimas e ilegales órdenes e incluso viró el ancla y arrumbó mar adentro para alejarse y escapar de la embarcación de la Armada nigeriana, con la inmediata respuesta de la embarcación pirata [se refiere a la patrullera nigeriana] de disparar varias ráfagas de ametralladora directamente contra el puente del Izarra.Por otra parte, la Magistratura de Trabajo de Bilbao ha condenado con fecha de 6 de febrero a la empresa Maritima Spain Africa Lines a indemnizar al capitán y los 27 tripulantes del petrolero Izarra.

Las cifras que Marítima Spain habrá de abonar varían desde las 687.300 pesetas, correspondientes al capitán, a las 319.950 que corresponden al marmitón Fernando Martínez. La empresa Maritima Spain Africa Lines fue creada por el Grupo de Empresas Naviera Zabat, SA, cuyo principal responsable es el armador José María López Tapia, según indica un informe de la Inspección Provincial de Vizcaya del Ministerio de Trabajo.