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Reportaje:LA CAMPAÑA DEL REFERÉNDUMLA SITUACIÓN ESTRATÉGICA DE ESPAÑA / 4

EE UU exagera el coste económico de su reducción militar en España

Carlos Yárnoz

Los perjuicios económicos que para España pueden derivarse al reducir la presencia militar estadounidense en la península es el principal argumento utilizado hasta ahora por Washington para oponerse al proyecto del Ejecutivo español. Según cálculos estadounidenses, una retirada total de sus tropas en España supondría para Madrid un coste anual de unos 20.000 millones de pesetas. Según estudios elaborados en el Ministerio de Defensa, ese coste rozaría los 8.000 millones de pesetas. Para Washington, su presencia militar en la península es "la principal contribución de España a la defensa de la democracia occidental". Para Madrid, se trata de una exagerada presencia que, una vez que España está en la OTAN, debe ser reducida.

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Además de estar integrada en la OTAN, España mantiene hoy acuerdos de colaboración militar con 11 países. Las relaciones militares bilaterales más importantes han sido desde 1953, y lo siguen siendo, las mantenidas con EE UU. Tres bases aéreas y una naval de utilización conjunta, seis centros de comunicaciones y dos de observación, un depósito de municiones, 12.545 militares y 1.669 civiles, 196 aviones y un oleoducto de 800 kilómetros de longitud. Éstas son las cifras que resumen la presencia militar estadounidense en España en las denominadas instalaciones de apoyo (IDA).El mantenimiento de las bases españolas utilizadas por EE UU -desde los sistemas de control del tráfico aéreo hasta la señalización de las pistas- es costeado fundamentalmente por Washington. Según datos de los estadounidenses, en 1984 EE UU realizó inversiones militares en España por valor de 159 millones, de dólares (28.620 millones de pesetas), de los que 69 (12.420 millones de pesetas) correspondieron a mantenimiento de las bases. Sólo en Torrejón se invertieron 36 millones de dólares.

La retirada norteamericana de algunas de las bases españolas que ahora utilizan supondrá que parte de esas inversiones recaigan Sobre los presupuestos del Ejército del Aire español, cuyos mandos ya han hecho llegar al ministro de Defensa, Narcís Serra, su deseo de que dicha reducción se efectúe paulatinamente para evitar graves perjuicios económicos a ese ejército, habitualmente perjudicado ya en el reparto de los presupuestos en comparación con la Armada y, sobre todo, con el Ejército de Tierra.

Intereses occidentales

Uno de los argumentos fuertemente empleado por el Ministerio de Defensa para pedir la reducción estadounidense en España consiste en afirmar que buena parte del potencial norteamericano situado en la península es utilizado para fines que no guardan una relación directa con la defensa de Occidente, como son la ayuda a Israel o las maniobras frente a Libia. El problema ha sido planteado incluso en el seno de la OTAN, donde EE UU mantiene que la defensa de intereses occidentales en el norte de África afecta directamente al futuro de Europa.

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España mantiene que ninguna fuerza militar extranjera debe permanecer en aquellos territorios o aguas, españolas que puedan ser defendidos suficientemente por fuerzas españolas. El Gobierno socialista mantuvo el pasado año en las dos reuniones preliminares sobre la reducción estadounidense que España aspira a ejercer un control relativo propio sobre su espacio geoestratégico de interés.

La base de Rota, desde donde EE UU controla el paso de cualquier barco o submarino en 3.000 kilómetros a la redonda y desde la que Washington enlaza sus comunicaciones por via satétite entre Oriente y Occidente, se considera "intocable" por ambas partes. Por parte española, porque el propio Gobierno entiende que las Fuerzas Armadas españolas no son capaces hoy de controlar un paso estratégico tan importante como el de Gibraltar. Por parte estadounidense, porque es un puente básico entre Europa y Norteamérica y un importantísimo apoyo ala VI Flota del Mediterráneo.

La situación opuesta se produce en Torrejón (Madrid), donde EE UU dispone de la pista aérea más larga de Europa, construida en los años cincuenta, con vistas a su utilización por parte de los grandes bombarderos norteamericanos, pero de escaso interés cuando los misiles intercontinentales o de medio alcance han sustituido en parte la acción de los grandes bombarderos.

El Gobierno socialista pretende españolizar en su totalidad Torrejón, donde ahora hay 4.507 militares y 685 civiles. En esta base, situada a 20 kilómetros de Madrid, EE UU tiene 79 cazas, en su mayoría F-16 de interceptación, mientras España tiene un ala de combate integrada por Phantom y el Centro de Operaciones de Combate (COC).

Las bases aéreas de utilización conjunta de Morón (Sevilla) -con 386 militares y 43 civiles estadounidenses-, y Zaragoza -2.034 militares y 189 civiles-, y las pequeñas estaciones de comunicaciones situadas a lo largo de la costa mediterránea constituirán el centro de la futura negociación hispano-norteamericana.

Acuerdos de colaboración

El Gobierno español ha suscrito acuerdos de colaboración militar con diez países -nueve de ellos de la OTAN-, aparte del Convenio de Amistad con EE UU. El Ejecutivo no descarta, aunque actualmente ha paralizado las gestiones, que ese tipo de acuerdos se firmen también con países del norte de África, como Marruecos. La mayoría de tales acuerdos esconden proyectos de cooperación industrial en la fabricación de armas avanzadas, extremo que Defensa potencia para, según tesis oficiales, disminuir la excesiva dependencia exterior.

Además de estar integrada desde 1982 en la OTAN, España mantiene acuerdos militares de Amistad y Cooperación con Portugal, suscrito el 23 de noviembre de 1977, y con EE UU. Este último se firmó por primera vez en 1953, y fue renovado en 1970, 1977 y 1982.

Desde que el el PSOE accedió al poder en octubre de 1982, España ha suscrito acuerdos de colaboración militar con Francia (1983), República Federal de Alemania (1983), Italia (1983), Grecia (1985), Reino Unido (1985), Holanda (1985), Noruega (1985), Bélgica (1985) y Suecia (1985). Este último país es el único no integrado en la OTAN con el que España ha suscrito ese tipo de acuerdos.

España es signataria de la mayoría de acuerdos internacionales sobre desarme, entre los que figuran: protocolo sobre prohibición de empleo de bombas con gases asfixiantes, tóxicos o bacteriológicos (1925); tratado de prohibición de ensayos con bombas nucleares en la atmósfera y debajo del agua (1963); convención sobre la prohibición de desarrollo y almacenamiento de bacteriológicas y toxínicas y sobre su destrucción (1972) y convención sobre prohibición de modificar el medio ambiente con fines militares (1977).

España, en cambio, no es signataria del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. La tecnología española actual, según reconocen fuentes de la Junta de Energía Nuclear, se encuentra en un nivel suficiente para fabricar bombas nucleares o buques de propulsión nuclear.

Con base en este tipo de acuerdos, la red de alerta y control española, por ejemplo, está enlazada con la francesa y con la portuguesa. Ahora, en el Ministerio de Defensa, se comenta ya la posiblidad de enlazarla con Marruecos y en pocos meses estará enganchada con la red Nadge de la OTAN.

Ejercicios con otros países

Los ejércitos españoles, de otro lado, mantienen continuas relaciones con las Fuerzas Armadas de países europeos. Sólo la Armada participó en 1984 en ejercicios con EE UU, Portugal, Italia, Alemania, Reino Unido, Holanda y Grecia. En el mismo año, el Ejército del Aire efectuó ejercicios con fuerzas aéreas de Bélgica, República Federal de Alemania, Grecia, Italia, Países Bajos, Portugal y Reino Unido. En 1984 y 1985 los ejércitos del Aire de Marruecos y de España realizaron los ejercicio Atlas 84 y Atlas 85.

"Las visitas a instalaciones de Mando, Control y Comunicaciones, de Inteligencia, Guerra Electrónica, Defensa Aérea, Reconocí miento Aéreo, etc., han fácilitado a nuestro personal un enriquecimiento profesional y un conocimiento de la realidad sobre las Fuerzas Aéreas de los países OTAN", decía la Revista Aeronáutica y Astronáutica del Ejército del Aire en agosto de 1985.

Uno de los motivos para participar en estos ejercicios es que, con ello, España se integra cada vez más en planes militares en los que, en caso de conflicto generalizado, muy probablemente se vería inmersa como país occidental.

Cabe señalar que, si se desatar un conflicto entre ambos bloques Europa occidental necesitará recibir 17 millones de toneladas de fuel y 11 millones de toneladas de aprovisionamientos generales en los cuatro primeros días del conflicto, lo que requerirá el empleo de unos 2.000 barcos, de los que el 65% deberá cruzar el Atlántico Norte, procedentes de EE UU.

Puente intercontinental

Cálculos optimistas señalan que en los primeros días del conflicto se perderá el 30% de los barcos. Si el bloque occidental logra parar el primer empuje de las 90 divisiones soviéticas que supuestamente atacarían Europa, se prevé que en tres meses tendrían que llegar al viejo continente un millón de hombres de EE UU y Canadá.

Dentro de esta gran operación de puente intercontinental, España jugaría un papel estratégico clave, y gran parte de sus unidades militares navales, junto a otras de la OTAN, estaría dedicada a la ,protección de los convoyes, muchos de los cuales tendrán precisamente como punto de llegada la península ibérica.

Uno de los problemas continuamente planteados a raíz de la presencia militar estadounidense en España se refiere a la posibilidad de que EE UU almacene armas nucleares en España.

Hasta 1979, la base de Rota era utililizada como base para submarinos nucleares Polaris. En el tratado de 1977 con EE UU se especificaba la prohibición de tener armas nucleares en España, pero en el renovado en 1982 se introdujo la novedad de que el almacenamiento de armas nucleares quedaba "supeditado al acuerdo del Gobierno español".

El coronel estadounidense William L. Heilberg en su trabajo El papel de España en la OTAN, dice: "La extensión de la península ibérica presenta la posibilidad de estacionar un sistema de armas nucleares, aunque hoy no puede considerarse como una opción concreta. España también presenta posibilidades adecuadas para almacenar armas nucleares basadas en tierra o adecuadas para su empleo en el mar o en el aire".

Finalmente, cabe destacar que, en el protocolo adicional al convenio de amistad, suscrito ya en 1983 por el actual Gobierno socialista, se indica que la hipotética salida de España de la OTAN supondrá la renegociación automática del tratado.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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