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KeItum Jayat

La mirada profunda del Frente Polisario

A los 18 años, Keltum Jayat militaba en el Frente Polisarlo, un grupo activista que actuaba en la clandestinidad contra la presencia de España en el Sáhara. La policía española tenía registrado su nombre en las fichas de elementos peligrosos. Esas fichas fueron cedidas a la policía marroquí, y por eso tuvo que escapar con un grupo de muchachas saharauis fuera del territorio ocupado, en una marcha de 20 kilómetros hacia el desierto para iniciar, fuera del alcance de los ocupantes, la lucha por la independencia del Sáhara.

Posee esa mirada profunda que tanto seduce de los rostros del desierto. Es a la vez misteriosa y sus muecas -como de ternura- no se sabe si delatan una atractiva complicidad o un resentimiento contenido. Así es también el desierto de donde llega Keltum Jayat, esta saharaui de 28 años, madre de dos hijos -de 10 y de siete años, respectivamente- y esposa de un soldado polisario, con quien se ve cada dos meses.Cuando España firmó el acuerdo con Marruecos y Mauritania por el que cedía a esos países la administración de la provincia número 53, Keltum Jayat y tres de sus hermanos escaparon con el Polisario hacia el desierto. Su padre -profesor de árabe en la Escuela de la Paz de El Aaiún-, su madre y sus dos hermanos pequeños se quedaron en la antigua capital de la provincia. Ahora, 10 años después, los hermanos pequeños -con 18 y 19 años, respectivamente- también han abandonado El Aaiún y se han pasado con los otros a combatir en las filas polisarias.

Keltum dice que muchos compañeros suyos que no pudieron escapar han desaparecido o permanecen en cárceles marroquíes sin que nadie sepa qué ha sido de su suerte. Desde su incorporación a la zona donde están instalados los campos de refugiados saharauis, KeItum ha dedicado todas sus energías a organizar los campamentos y a concienciar a las mujeres saharauis de su papel como esposas de combatientes o como militantes activas, ya fuera en la lucha armada, en la mejora de las condiciones de los saharauis en la diáspora del desierto, ya criando hijos para aumentar la demografía.

Cuando España abandonó el territorio, el índice de analfabetismo entre los saharauis era de un 90%, asegura Keltum. Esa cifra se ha reducido prácticamente a cero. En los primeros años de vida de los campamentos, muchos de los niños de corta edad murieron a causa de las epidemias y de las condiciones insalubres.

Esa situación se ha logrado erradicar, según Keltum, que trastoca su dulce imagen por gestos de firmeza a medida que comienza a enumerar los logros conseguidos por la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en su décimo aniversario y la responsabilidad dolosa de los Gobiernos españoles en la guerra que mantiene su país contra la ocupación marroquí.

Keltum Jayat es miembro ejecutivo de la Organización de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis, y como tal ha asistido a las conferencias internacionales de mujeres celebradas en Copenhage y Nairobi, donde soportaron con éxito el boicoteo de las asociaciones de mujeres marroquíes que intentaban suplantarlas. Keltum lamenta que los accidentes del Tagomago y el pesquero canario -con bandera marroquí- que sufrieron por error ataques del Polisario, hayan enturbiado las relaciones de España con los saharauis.

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