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Sarah Ferguson

La novia del príncipe Andrés, una copia de "lady" Di

Sarah Ferguson, una pelirroja de 26 años, perteneciente a una de las familias cercanas a la monarquía británica, parece ser la definitiva novia del príncipe Andrés, "el guapo de la familia real", como se le conoce en algunos círculos periodísticos. Las recientes apariciones de la pareja junto a otros miembros del clan han puesto en alerta a la Prensa sensacionalista del Reino Unido, que ya ha cargado baterías para todo el año. Los especialistas en la familia real coinciden en que Sarah ofrece casi todas las cualidades que requiere el caso, y además es amiga de toda la vida de lady Diana. Fue invitada a la boda del siglo, y es asidua del palacio de Kensington, residencia de los príncipes de Gales.

Desde que el pasado mes de junio el tercer hijo de la reina de Inglaterra apareció con Sarah Ferguson en las carreras de caballos de Ascot, los rumores en torno al noviazgo de la pareja no han cesado. Aunque Buckingham Palace ha calificado de "especulación" el próximo matrimonio de Andrés y Sarah, se lanzan ya fechas para el anuncio oficial del noviazgo. El diario Daily Mail apunta que el compromiso se hará público en junio. La semana pasada la joven visitó, junto a lady Diana y un hijo de ésta, el barco en que el príncipe ejerce de oficial de la Royal Navy. El encuentro confirmó las sospechas de los comentaristas de televisión. Al día siguiente se trasladó a Suiza con los príncipes de Gales para esquiar.Los periódicos más sensacionalistas de Londres aseguran que, por fin, el guapo ha sentado la cabeza, ya que sus anteriores aventuras amorosas con actrices y modelos no eran del agrado de la familia real.La trayectoria de Sarah Ferguson es similar a la de lady Diana, quien parece enseñarle los deberes de la corte. Sarah trabaja en una editorial del West End londinense, a donde acude muy formalita conduciendo un BMW. Como Diana en sus días de soltera, comparte un piso con unas amigas en una zona residencial de la capital británica; conoce al príncipe Andrés desde la infancia, y es habitual en los palacios de Buckingham, Windsor y Sandringham; sus padres están divorciados; fue a los mismos colegios que lady Di; pertenece a una familia vinculada a la monarquía y le gustan los deportes tradicionales. Hasta su indumentaria está en la línea de la princesa de Gales.

La avalancha de periodistas que estos días gravita sobre Sarah Ferguson ha logrado arrancarle unas pocas frases: "Claro que estoy contenta". Y en Suiza manifestó: "He sido invitada aquí por los príncipes. Eso es todo". Su padre, Ronnie Ferguson, amigo personal del príncipe de Edimburgo y entrenador de polo del príncipe de Gales, ha sido más generoso con la Prensa y ha señalado que "hay una fuerte relación entre Andrés y Sarah. Ella es muy abierta y le gusta mucho estar con gente, hablar y oír a todo tipo de personas, no sólo a la familia real".

Lo único que enturbia ligeramente la reputación de la nueva cenicienta, aunque tampoco es nuevo en la trastienda real, es el divorcio de sus padres, sus cuatro años de noviazgo con Paddy McNally, finalizados poco antes de las carreras de Ascot, y su edad, algunos meses mayor que el príncipe, que cumplirá 26 años el próximo 19 de febrero.

La madre de Sarah, Susan, abandonó a su marido por un jugador de polo argentino, Héctor Barrantes, a quien se le ha prohibido jugar en el Reino Unido desde la guerra de las Malvinas. La joven viaja de cuando en cuando para ver a su madre, y en Londres visita a menudo a su padre, que hace poco le dio una hermana de su segundo matrimonio.

En sus recientes apariciones televisivas, Sarah ha seguido de cerca los pasos de lady Diana y la familia real. Sólo una vez se le vio asomar la cabeza por encima del hombro de la princesa de Gales a bordo del barco en el que visitaron al pretendiente.

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