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Reelegidos al frente de los partidos de Ucrania y Kazakistán dos breznevianos duramente criticados por su gestión

Pilar Bonet

Dos miembros del Politburó del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), Vladimir Shcherbitski y Dinmujamed Kunaev, ligados ambos a la biografía del fallecido Leonid Breznev, han sido reelegidos como primeros secretarios de Ucrania y Kazakistán, respectivamente, pese a las críticas realizadas a su gestión, especialmente enconadas en el caso de Kunaev. El periódico Pravda daba cuenta ayer de la celebración de los congresos del partido en Ucrania y Kazakistán, los últimos de la serie de 14 congresos -la república federativa rusa no tiene estructura propia de partido- que culmina la fase preparatoria para el 27º Congreso del PCUS, programado para el 25 de febrero próximo en Moscú.

Shcherbitski, que es miembro del Politburó desde 1972, estuvo con Breznev a finales de los cuarenta en la zona industrial de Chepropetrovsk. Kunaev, que entró en el Politburó en 1971, compartió la experiencia de Breznev en la zona agrícola de las tierras vírgenes (Kazakistán) en los años cincuenta. Ambos son los dos únicos dirigentes republicanos que cuentan con un puesto en el máximo organismo de poder en la URS S, el Politburó del PCUS.En la información de Pravda sobre los congresos de Ucrania y Kazakistán, celebrados ambos a finales de la semana pasada, había una diferencia de tono que resultaba mucho más crítico para la gestión de Kunaev que para la de Shcherbitski. Mientras en el congreso de Kazakistán salieron a relucir escándalos de corrupción y responsabilidades criminales, en Ucrania las críticas se centraron más en la mala gestión y los fallos económicos.

Expulsados 500 dirigentes

Kunaev "no podía haber dejado de estar al corriente de los sobornos, falsificaciones y falseamiento de la información, que transcurrió durante años en un ambiente de adulación y servilismo en la región de Kzil Ordinski, señalaba Pravda. Durante los últimos tiempos se ha expulsado del partido en Kazakistán a más de 500 dirigentes, entre ellos el primer secretario de la capital de la república Alma Ata, K. Aujadiev. En Alma Ata, los pisos se repartían arbitrariamente, y mientras "muchas familias de inválidos y combatientes no tenían una vivienda adecuada y esperaban largos años para recibirla", había quien se saltaba la cola, y funcionarios como el viceministro de Alojamiento y el presidente del Gosplan se las daban a amigos y familiares.El hermano de Kuriaev, Askar, que es presidente de la Academia de Ciencias de Kazakistán, era acusado de "inercia y falta de iniciativa". Desde hacía ya tiempo, Askar no se acercaba por las reuniones del Presidium del Consejo de Ministros de la República, y la inteligencia local, compuesta por cientos de doctores y titulados, se mostraba inútil para hacer algo positivo, pese a los millones de rubios que le llegaban. Los profesores tampoco eran un modelo de normalidad, ya que se dejaban sobornar a la hora de valorar los exámenes.

En el caso de Ucrania, donde Shcherbitski es primer secretario desde 1972, Pravda indicaba que la dirección del partido había sabido adaptarse al "espíritu de los tiempos". Se citaban "violaciones de la disciplina estatal y abusos" en empresas y el cese de un secretario regional por "serias infracciones", pero no se daban detalles escabrosos. El informe señala que los dirigentes del partido tienen que "aprender", y "algunos reaprender", un estilo de trabajo que incluye "la capacidad de organizar cosas prácticas y concluirlas, rendir responsabilidades personales, iniciativa y sentido de lo nuevo".

Los 14 congresos republicanos han ratificado la oleada de relevos personales en masa comenzada en tiempos de Yuri Andropov y acelerada bajo el mandato de Gorbachov. Los 14 primeros secretarios de las repúblicas fueron todos ellos reelegidos en sus puestos. Del conjunto, seis primeros secretarios (Lituania, Estonía, Armenia, Moldavia, Ucrania y Kazakistán) ocuparon el puesto en la época de Breznev. Otros tres lo hicieron en la época de Andropov (Uzbekistán, Aserbaiyán, Bielorrusia). Uno fue nombrado en época de Chernenko (Letonia) y cuatro (Turkmenistán, Kirguisia, Georgia y Tayikistán) en época de Gorbachov.

Las informaciones publicadas por la Prensa moscovita sobre los congresos republicanos muestran características comunes -crítica y énfasis en los fallos y los problemas- expresadas con intensidad y tintes variables. Kazakistán y Uzbekistán han sido presentadas como verdaderos reinos de Taiflas, mientras repúblicas más desarrolladas, como las bálticas o Bielorrusia, han ofrecido un nivel más sofisticado de discusión, planteando problemas de método de gestión económica o cuestiones de competencias.

Corrupción generalizada

Con algunas excepciones, que incluyen el Comité de Seguridad del Estado (KGB), todas las instituciones de poder, comenzando por el partido comunista, han sido vinculadas de una forma u otra con el cuadro de corrupción, nepotismo y abuso de autoridad que la Prensa presenta ahora ante los atónitos ojos de los ciudadanos soviéticos. El cuadro excluye a los órganos encargados de velar por la aplicación de la justicia y el mantenimiento del orden. Los ministros del Interior de Uzbekistán y Georgia han sido cesados. En Uzbekistán, Azerbadjan y Rostov, la situación parece haber sido especialmente grave.El fiscal general de la URSS, Alexander Rekunkov, denunciaba recientemente el encubrimiento de delitos en estas tres zonas y la connivencia de una parte de los dirigentes con traficantes y malhechores, así como el soborno y el robo organizado. Rekunkov elogiaba la determinación del partido de dejar procesar a sus miembros. Pertenecer al partido dejará de ser una patente de corso, como sucedía en tiempos de Breznev, cuando sus miembros gozaban de una inmunidad formal que prácticamente los hacía innacesibles a la justicia ordinaria.

Los estatutos que deberá aprobar el congreso del PCUS tratan de duplicar las responsabilidades de los dirigentes: ante el partido y ante los tribunales.

El problema del soborno

"El soborno es nuestro enemigo jurado", se decía recientemente en Baku durante el congreso de Aserbaiyán. En el mismo foro se reconocía, sin embargo, que los responsables del mantenimiento de la justicia que deberían encabezar tal enfoque "abusan de sus puestos e incluso realizan delitos desacreditando el título de guardianes de la ley".Entre los escándalos salidos a la luz estos días está la inversión de unos cinco millones de dólares al cambio (760 millones de pesetas) en un edificio para el partido en Frunze, capital de Kirguisia, en tanto que 400 familias vivían en barracas y otras 200.000 personas no tenían las comodidades elementales. Y como telón de fondo "f1orecía la criminalidad organizada".

En Georgia, dos altos funcionarios -el titular de Cultura y el secretario del Comité Central- considerados próximos al ministro de Exteriores, Edvard Shevardnadze, han sido cesados. Ni el factor generacional ni la disyuntiva corrupción/limpieza moral explican totalmente la oleada de relevos que agita las filas del partido en la URSS, en opinión de un observador soviético crítico, quien opinaba que todavía no hay una idea clara de lo que significa po novomu (según el nuevo estilo) en oposición a po staramu (según el viejo estilo) en el campo de la economía y la política y más allá de la campaña antialcohólica y la limpieza moral.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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