La concentración de amianto en el Palacio de Congresos superó 47 veces lo permitido

La concentración detectada de fibras de amianto en las obras que se han realizado en el Palacio de Congresos y Exposiciones, donde este fin de semana se celebra el congreso nacional de AP, fue de 23,5 por centímetro cúbico, cuando lo máximo permitido es de 0,5 fibras por centímetro cúbico, ya que están consideradas altamente cancerígenas. Trabajo ha propuesto sancionar con 915.000 pesetas a Serrano Construcciones, encargada de las obras de retirada de paneles de amianto del auditorio.

El uso de las fibras de amianto está prohibido en la CEE, según un portavoz de CCOO, sindicato que denunció el caso. A raíz de la denuncia presentada por CC OO, la Inspección Central de Trabajo ordenó la paralización de las obras, el pasado viernes, 17 de enero, y permanecieron suspendidas hasta el miércoles, 22 de enero. En ese intervalo, los días 20, 21 y 22, se celebró en el Palacio de Congresos y Exposiciones la Conferencia de Ministros de Trabajo de la CEE, que inauguró Felipe González. Las obras terminaron a principios de febrero, días antes de la celebración del congreso de AP.Gerardo de Gracia, secretario general del sindicato de la construcción de CC OO, afirmó el mismo día 7 que no tenía constancia de que, una vez finalizadas las obras, se hubiera realizado "la extracción adecuada del aire contaminado", y recordó que las fibras de amianto pueden permanecer en suspensión por un tiempo apreciable.

El informe realizado el día 17 de enero por dos técnicos enviados por el director general de Inspección de Trabajo y Seguridad Social reveló que en el interior del escenario de la gran sala se había concentrado crocidolita -amianto azul- en una cantidad de 23,5 fibras por centímetro cúbico, y que en el cuarto utilizado como vestuario la concentración era de 9,8 fibras por centímetro cúbico, cuando la concentración promedio permisible establecida por el reglamento sobre trabajos con riesgo de amianto es de 0,5 fibras por centímetro cúbico.

Incumplimiento del reglamento

El informe remitido por los dos técnicos dice textualmente: "Se incumple la gran mayoría de los artículos que figuran en el reglamento, en especial los referentes a medidas preventivas de organización y métodos de trabajo; medios de protección personal; ropa de trabajo; instalaciones sanitarias y medidas de higiene personal; condiciones generales de los locales, limpieza y mantenimiento; señalización; transporte, almacenamiento y manipulación del amianto y eliminación de residuos, y control médico preventivo de los trabajadores".Las conclusiones del informe recomendaban una serie de medidas para ser adoptadas con carácter de urgencia, entre las que destacan la obligatoriedad de dotar a los siete trabajadores de la obra de ropas adecuadas y mascarillas; limitar a cuatro las horas de trabajo en contacto con el amianto; cambio de ropa antes de comer; cuidado en el aseo personal antes de comer, beber o fumar un cigarrillo, y separación tajante de las ropas de trabajo de las de calle.

"La limpieza del interior del auditorio", se señala en las conclusiones del informe, "así como la eliminación de los residuos, se hará siempre con aspiración, y nunca barriendo o esparciendo más el asbesto desprendido. Posteriormente, y después de terminar la limpieza exhaustiva del escenario, se procederá a limpiar por medio de aspiradores todo el auditorio, para eliminar las posibles fibras de asbesto que puedan haberse escapado del interior del escenario". La empresa, según informó CC OO, cambió el método de extracción y se equipó a los trabajadores con ropas y utensilios adecuados y otras medidas protectoras. Gerardo de Gracia resaltó el hecho de que estas obras, que han puesto en peligro la salud de siete trabajadores, se hayan hecho por encargo del Estado, en concreto, del Ministerio de Cultura.

Ayer no fue posible hablar con ningún directivo de la empresa Serrano Construcciones. Tampoco se pudo localizar a Florentino Sotomayor, director del Palacio de Congresos. Sotomayor afirmó el pasado 22 de enero que no existía peligro de contaminación, y dijo que la empresa constructora le aseguró que había tomado todas las garantías exigidas por la normativa vigente.