El primer ministro portugués vuelca su prestigio en favor de Freitas do Amaral
Anibal Cavaco Silva, primer ministro y líder del Partido Social Demócrata Portugués, interviene activamente en la campaña electoral del candidato conservador Diogo Freitas do Amaral a la presidencia de la República lusa. A una semana de los comicios del 16 de febrero, el presidente, que cumple 100 días al frente del Gobierno, abandona la actitud discreta que observó antes de la primera vuelta de la elección presidencial para empeñar su prestigio personal y el de su Gabinete en apoyo de Freitas.
El candidato socialista Mario Soares y su estado mayor se alegran públicamente de la decisión del primer ministro: si los freitistas utilizan ahora su artillería pesada es porque "Ias cosas van mal para el candidato de la derecha". En su euforia, los más íntimos colaboradores de Soares no temen contradecir las afirmaciones públicas del candidato socialista acerca de la estabilidad del Gobierno y del apoyo prometido a Cavaco. En privado, el discurso es bien diferente: la primera vuelta supuso la derrota, tantos años esperada, del presidente Antonio Ramalho Eanes y de los comunistas; la segunda será el "fin del mito Cavaco", un epifenómeno, como le llama en privado, con evidente desprecio, el líder socialista.Pero que Soares, más político que sus partidarios, "no las tiene todas consigo" lo prueban las críticas amargas que el candidato socialista lanza contra la "actuación demagógica" del Gobierno, "que en plena campaña anuncia diariamente medidas electoralistas " como la reducción de los impuestos o la concesión de ventajas sociales para jóvenes y pensionistas.
Soares considera como otro de sus triunfos la huelga que el viernes paralizó los ferrocarriles lusos: es la segunda vez, en el corto plazo de un mes, que las dos centrales rivales, CGT y UGT, van a la huelga juntas, y una buena demostración de "la agitación social" que se desencadenará en Portugal si Freitas vence el 16 de febrero, con socialistas y comunistas juntos en la oposición. El ex primer ministro concluye con amargura: "La derecha portuguesa es estúpida. La española ha comprendido que Felipe es el único que puede llevar a cabo la política que interesa en este momento a España. La candidatura de Freitas es el peor error de la derecha portuguesa".
Extraña profesión de fe de parte de quien pretende en estos días conquistar el voto de la izquierda para derrotar a la derecha, y supone un tácito reconocimiento del estado de gracia que sigue acompafiando al cabo de estos 100 días al Gobierno de derechas de Aníbal Cavaco Silva.
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