La policía interviene un alijo de 1,5 kilos de cocaína
La policía de Madrid ha intervenido 1.500 gramos de cocaína sin adulterar y ha detenido a dos presuntos traficantes que carecían de antecedentes, según informó ayer el Gabinete de Prensa de la Jefatura Superior.La detención de los dos presuntos traficantes y la incautación de la droga fue realizada por inspectores de la sección de Estupefacientes del Grupo IX de la Brigada de Policía Judicial.
Los inspectores comprobaron que uno de los detenidos escondía una bolsa con la droga en un paraje del término municipal de Ventas de Retamosa (Toledo) y el otro iba a buscarla.
La operación, según la información policial, se inició a principios del pasado mes de diciembre a raíz de que funcionarios del citado grupo IX tuvieran conocimiento de que se había introducido en España una partida de cocaína, al parecer procedente de Portugal. La Policía inició la vigilancia de un hotel madrileño, situado en el centro de la capital, al que acudían personas relacionadas con el tráfico de este tipo de droga.
Como resultado de la investigación, se estableció un seguimiento por carretera de uno de los sospechosos, cuyo nombre corresponde a las iniciales D. Z. R., de 29 años de edad. Esta persona estaba alojada en el hotel sometido a vigilancia en Madrid y poseía un automóvil Renault 18, matrícula de Huelva, ciudad en la que tiene su domicilio habitual.
El vehículo, localizado en la carretera de Extremadura, fue seguido hasta una urbanización situada en la localidad de Las Ventas de Retamosa, en donde D. Z. dejó una bolsa bajo el tronco de un arbol. Horas después, llegó a aquel lugar J. C. F., de 40 años, vecino de Punta Umbría, en un Peugeot 505. Éste, tras adoptar toda suerte de precuciones, recogió la bolsa, momento en que los inspectores que vigilaban el lugar procedieron a su detención.
En el interior del envoltorio fueron hallados ocho paquetes con polvo blanco que, tal como se comprobó posteriormente, era cocaína pura, sin adulterar. Inmediatamente se dictó orden de detención contra D. Z., que se encontraba en el hotel madrileño. Preguntado sobre el vehículo, el detenido dijo que estaba en un estacionamiento subterráneo cuya ubicación desconocía. El automóvil fue encontrado más tarde en un aparcamiento de la plaza de Vázquez de Mella.
