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La izquierda portuguesa explica el voto a Soares como único medio de parar a Freitas

Los casi 1.000 delegados que participaron el pasado domingo en Amadora, baluarte comunista de los alrededores de Lisboa, en el XI Congreso del Partido Comunista Portugués (PCP) aprobaron, como estaba previsto, y con tan sólo dos votos en contra, una resolución de la dirección política en favor del voto coyuntural para el líder del Partido Socialista (PS), Mario Soares, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el próximo día 16. La resolución se justifica por la necesidad de derrotar ' la "dinámica ultrarreaccionaria, fascistizante y agresiva" generada por el candidato conservador, Diogo Freitas do Amaral. Otros grupos de la izquierda también han vencido su repulsión hacia Soares y han pedido que se le vote como único medio de parar a Freitas.

Preparado en cuatro días a través de más de 800 asambleas locales, según los organizadores, el congreso extraordinario del PCP -segundo de este tipo desde la fundación del partido, hace 60 años- reveló, a pesar de la sólida disciplina y unidad de los comunistas lusos, las enormes dificultades con que se encuentra la dirección a la hora de convencer al cerca de un millón de electores comunistas de "tapar con la mano izquierda el retrato de Soares para poner una cruz en el espacio destinado a su candidatura" y derrotar así a Freitas, en la expresión de una delegada del Marinha Grande.Álvaro Cunhal, que el martes tuvo que hablar durante cerca de cuatro horas para convencer a los miembros del Comité Central de su partido, fue de nuevo obligado a realizar un enorme esfuerzo dialéctico para acallar voces rebeldes, que pedían libertad de voto para el 16 de febrero y manifestaban que muchos preferirían salir del partido antes de ser obligados a apoyar a Soares.

El líder parlamentario del PCP, Carlos Brito, admitió que "raramente una cuestión tan polémica había sido planteada en un congreso del PCP", pero Cunhal acabó por vencer con una hábil argumentación en tres tiempos. Empezó por una autocrítica de la dirección del PCP, al considerar que fue "un error estratégico" afirmar que "nunca y en ninguna circunstancia" se apoyaría a Soares; continuó refiriéndose "al mayor peligro" que representa Freitas do Amaral, no por su personalidad, sino por "la dinámica de las fuerzas que están detrás de su candidatura", y remató afirmando que jamás los comunistas apoyarán a Soares durante la campaña o después porque, dijo, es un candidato de derecha, responsable principal de las desgracias que se abatieron sobre los trabajadores portugueses en los últimos 10 años: paro, salarios atrasados, miseria, hambre y "violencias físicas e insultos". Es, por tanto, un voto contra Freitas, más que pro Soares.

Al margen de la campaña electoral, el PCP desarrollará una acción autónoma de explicaciones para sus militantes y simpatizantes y prevé la realización en breve de un congreso ordinario para analizar las nuevas condiciones creadas por la derrota de "los candidatos demócratas" Francisco Salgado Zenha y Lourdes Pintasilgo y la eventual elección de un representante de la derecha.

Libertad de voto

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La resolución aprobada el pasado fin de semana por el consejo nacional del Partido Renovador Democrático (PRD) va también en el sentido de recomendar el voto para Soares, "sin menoscabo de la libertad individual de los militantes". No hay, pues, disciplina de voto para los eanistas y la dirección del PRD se limita a afirmar que, 'independientemente de la personalidad de Freitas", una victoria de este candidato "podría crear un clima y una dinámica que llevarían a una radicalización de la sociedad portuguesa, amenazando valores fundamentales como la tolerancia, el diálogo y la alternancia democrática".

La Unión Democrática Popular (UDP), formación izquierdista extraparlamentaria que fue el 26 de enero el único grupo que apoyó la candidatura de la ex primera ministra Pintasilgo, llama también a "todos los trabajadores, demócratas y antifáscistas a cerrar filas en esta hora difícil para derrotar a Freitas do Amaral". La dirección de la UDP dice que, para detener a Freitas, "discípulo de Marcelo Caetano" y "candidato del gran capital y de toda la derecha", hay que "votar a favor de Mario Soares", aunque éste sea "un reformista de derecha, socialdemócrata y demagogo" que "no merece ningún apoyo político".

Se trata ahora de ver si el día 16 socialistas, comunistas, izquierdistas y sindicatos consiguen hacer converger en las urnas los mismos votos que, dispersos, permitieron que Freitas lograra una confortable ventaja de 20 puntos sobre el candidato mejor colocado de la izquierda. Soares, que inició la nueva campaña en Braga, la ciudad natal de su ex compañero y ex rival Salgado Zenha, ha eliminado cuidadosamente de su discurso las críticas más agresivas hacia sus adversarios del 26 de enero, ahora aliados coyunturales: hacía años que el secretario general del PS no reivindicaba con tanta insistencia el legado del 25 de abril de 1974 y, en su mano, la rosa socialista ha recobrado su color rojo.

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