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Entrevista:

'Regionalismo crítico', una arquitectura que lucha contra la tendencia a uniformar

Alex Tzonis y Liane Lefaivre aseguran que España se profundiza en esta actitud

Regionalismo crítico es el concepto forjado por los teóricos Alex Tzonis y Kenneth Frampton para designar una nueva clase de regionalismo en la arquitectura, que supone una suerte de actitud frente a las corrientes internacionales que intentan uniformar con nuevos patrones lingüísticos y formales la expresión arquitectónica en todo Occidente. España, a juicio del profesor Tzonis y su mujer, Liane Lefaivre, también estudiosa, parece haber profundizado en esta actitud. Alex Tzonis ha sido profesor de teoría arquitectónica en el TechnIsche Hogeschool, en Delft (Holanda), desde 1982, y antes enseñó en Harvard. Liane Lefaivre enseña en la holandesa Kunst Akademie, de Arnhem.

Tzonis y Lafaivre han publicado juntos El clasicismo en arquitectura, la poesía del orden (Blume. Madrid, 1985), Alex Tzonis publicó Hacia un entorno no opresivo (Blume. Madrid, 1977).Pregunta. ¿El fenómeno regionalista es particularmente notable en España en la arquitectura contemporánea?

Alex Tzonis. Lo que observamos en España no es simplemente una arquitectura regionalista cuyo propósito sea fabricar falsas identidades políticas o artefactos exóticos para la sociedad de consumo. Nos referimos a una nueva clase de regionalismo, lo que llamamos regionalismo crítico. Está surgiendo como una crítica a la destrucción de estructuras en la arquitectura contemporánea difundida por las empresas multinacionales, que cualesquiera que sean sus aspectos positivos acaban con los lazos humanos. Por supuesto, las personas luchan para escapar de la reclusión de la plaza Mayor y el caciquismo que se yergue detrás de ella. Sin embargo, no existe ninguna razón para que el precio de la emancipación tenga que ser el casi lunar paisaje urbano del paseo de la Castellana. La fase actual de regionalismo es un fenómeno crítico estimulante, y no debe confundirse con el culto a la nostalgia.

Una actitud

P. ¿Cómo ve la importancia relativa de la arquitectura regionalista crítica en comparación con otras escuelas de pensamiento en España?

Liane Lefaivre. Creo que es sumamente importante. La España de hoy tiene lo que llamaríamos los mejores arquitectos posmodernistas neo-neoclasicistas de todo el mundo, y para aquéllos que estén interesados en este tipo de arquitectura España les proporcionará los mejores prototipos. Sin embargo, el regionalismo crítico es igualmente importante. Su interés no está limitado a un público regional. Estas obras se concentran en un problema local, pero su problemática es universal. Nos hablan sobre la condición humana de hoy tal como es en casi todo el planeta.

P. ¿Dónde se acusan más en España las características regionales en la arquitectura?

Liane Lefaivre. No podemos responder a esta pregunta con autoridad. Hemos tomado muestras, se podría decir. Hemos estudiado el regionalismo crítico en Galicia, Andalucía y Madrid. Lo que encontramos en todas partes fue un intento de dar forma a un determinado sentido de comunidad y a través de él resistir las tensiones que el capitalismo de los últimos años ha impuesto en la vida diaria en las grandes ciudades y los pueblos más pequeños. No existe ninguna diferencia entre Madrid y cualquier otra ciudad o pueblo de la España de hoy.

P. ¿Se manifiesta el regionalismo crítico en algún estilo nuevo opuesto al modernismo? ¿Es un estilo posmoderno?

L. L. No. En realidad, el regionalismo crítico no es un estilo. Es una actitud. Obviamente, la arquitectura regionalista crítica difiere de región en región, pero en todas partes uno se encuentra con la misma técnica y el mismo propósito, lo que en la estética moderna se llama simbolización o desfamiliarización. De acuerdo con esta idea, determinados elementos regionales son extraídos de su marco cotidiano y se los hace contrastar con la destrucción de estructuras del mundo creado por el estilo arquitectónico internacional de posguerra, un mundo que, entre paréntesis, está siendo perpetuado por el posmodernismo internacional. Desde este punto de vista es interesante ver cómo el regionalismo crítico se lleva bien con el modernismo, al menos en el sentido original del término, que está relacionado con la búsqueda de una mejora de los lazos humanos y de la vida. En los años veinte lo moderno se expresaba en una variedad de lenguajes estilísticos, en el neoclasicismo de Loos, la austeridad de Rietveld, el expresionismo de Mendelson. Fue posteriormente cuando el término moderno se desvalorizó, se volvió trillado y se redujo a un estilo; o mejor dicho, se convirtió en un estilo, en una especie de retraimiento narcisista dentro de la forma por amor a ésta. En cambio, al estar la arquitectura regionalista crítica tan al día con el mundo real y la realidad, me atrevería a decir que constituye un puente sobre el cual en este mismo momento está pasando lo moderno.

La década de España

P. ¿El regionalismo crítico es patrimonio único de España o también se puede encontrar en otros países?

A. T. El regionalismo crítico se puede encontrar en casi todas partes dentro de los Estados industriales avanzados, en la República Federal de Alemania, Estados Unidos, Japón. Esto no quiere decir que se encuentre expresado en obras de igual calidad. Las razones por las que el arte florece en un país son complicadas, y el arte no siempre surge en el sitio y el momento en que se le necesita. Se puede decir que en España el regionalismo crítico está floreciendo de la misma manera como lo está haciendo la literatura en Latinoamérica o como lo hizo el cine neorrealista en Italia luego de la caída del fascismo. Por supuesto, la calidad no se limita al regionalismo crítico. La arquitectura española tiene muchas tendencias en la actualidad, y cada una posee una indiscutible calidad de expresión formal y utilización de vocabulario arquitectónico. Esto explica por qué varios críticos sienten que los años ochenta podrían ser reconocidos dentro de la historia arquitectónica como la década de España.

P. ¿Existe algún beneficio generado por una producción cultural de tan alta calidad?

A. T. Por supuesto que sí. La historia lo ha demostrado. Además de los conocidos beneficios de imagen y relaciones públicas favorables. Un país que produce una arquitectura de alta calidad siempre se encuentra en una posición excelente para exportar ya sea su arquitectura o sus materiales.

Fallos interiores

P. ¿Ve algún aspecto negativo en la arquitectura regionalista crítica española contemporánea?

L. L. Claro que sí. Existen fallos de gravedad en los espacios interiores de las casas. También se ven serios defectos en los lugares de trabajo. Y en comparación con Estados Unidos, las precauciones de seguridad son muy bajas. Todos estos aspectos perte*necen a las normas de planeamiento. Afectan a la arquitectura como una profesión de servicio y su efecto recae sobre el bienestar material de los usuarios de los edificios. El impacto no cae sobre la arquitectura como una expresión cultural. Los dos aspectos son por completo distintos. Y uno no puede ser sustituido por el otro.

P. ¿Cuál es el conocimiento que se tiene en el exterior de la arquitectura contemporánea española?

A. T. Unos 10 años atrás no se conocía prácticamente nada. Sólo dos o tres nombres circulaban entre la gente de arquitectura. Lo que está ocurriendo ahora es que la arquitectura española de la producción de las tres últimas generaciones está adquiriendo renombre como un fenómeno totalizador. Nosotros creemos que esto tiene una gran importancia para el éxito internacional de la producción cultural de un país.

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