Los cosmonautas carecían de asientos de eyección
Los siete ocupantes del Challenger no tenían ningún medio de abandonar la nave una vez que hubo despegado de la base de lanzamiento de cabo Cañaveral, según un portavoz de la NASA. A diferencia de éstos, los cosmonautas que participaron en las primeras cuatros misiones del Columbia disponían de asientos de eyección, según precisó a las pocas horas de la catástrofe el portavoz Terry White. Pero estos sistemas de eyección fueron suprimidos después de que las naves superaron la fase de ensayo y a causa del aumento del número de cosmonautas, añadió White.Los transbordadores pueden ser utilizados por ocho personas y disponen de dos alturas. "¿Cómo organizar (una evacuación) en estas condiciones?", preguntó White. Ningún sistema habría podido salvar las vidas de los cinco hombres y las dos mujeres que perecieron el martes en la explosión del Challenger, según afirmó. "Después del lanzamiento no hay nada más seguro que un aterrizaje. Es exactamente igual que el caso de un vuelo comercial. ¿Cómo asegurar la vida de 300 personas?", añadió.
Las naves están dotadas de mecanismos de emergencia para permitir a los pasajeros salir rápidamente por la plataforma de lanzamiento, así como de una escotilla para que puedan ser evacuados en caso de un aterrizaje de emergencia. Los astronautas tienen también a su disposición chalecos salvavidas y equipos de supervivencia, pero no paracaídas, indicó White.
Equipo de rescate
El equipo aeronaval de rescate previsto por la NASA salió inmediatamente hacia la zona donde cayeron los restos de la nave Challenger. Está compuesto de dos helicópteros de transporte H3, un cuatrimotor de transporte C-130 Hércules, un barco de recuperación de los cohetes propulsores y un hidroavión del servicio de guardacostas.Ésta es la primera vez que ha sido necesaria la utilización de estos equipos de salvamento desde que comenzaron los lanzamientos espaciales.
Los equipos de búsqueda han encontrado "algunos pequeños trozos" del Challenger en el océano Atlántico. Sin embargo, ayer no habían podido encontrar ni rastro de los cuerpos de los siete astronautas, según declaró un portavoz del servicio de guardacostas de Estados Unidos.
"Han sido encontrados algunos restos que no han podido ser identificados", según el suboficial Bob Baeten.
Los restos son de pequeña dimensión, aunque no han sido precisados su tamaño exacto y el lugar exacto donde han sido encontrados. El portavoz también indicó que dos barcos y un avión siguen los rastreos en un área de 3.600 kilómetros cuadrados a una distancia de 50 kilómetros del cabo Cañaveral. Las prospecciones marinas se realizan desde los 20 metros hasta los 60 de profundidad.
Hasta el momento, señaló un portavoz del Pentágono, sólo se han recuperado algunas de las 30.000 losetas térmicas que recubrían el exterior de la nave.
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