Una expectación desusada rodeó el pleno extraordinario

P. M., Alfonso Guerra, situado entre la viuda de Enrique Tierno y la esposa de Juan Barranco en la tribuna del público, fue el personaje que ayer disputó al nuevo alcalde de Madrid el protagonismo ante la veintena de fotógrafos presentes en el acto que, como si de uno solo se tratara, recogieron el momento en que Barranco y Guerra se abrazaron y brindaron con champán.

Al acto, además de Guerra, habían acudido los ministros de Cultura, Javier Solana; el de Obras Públicas, Javier Saenz de Cosculluela, y el de Administración Territorial, Félix Pons, así como los presidentes del Congreso y del Senado, Gregorio Peces Barba y José Federico de Carvajal. En corrillos se veía a los presidentes del Gobierno Regional y de la Asamblea de Madrid, Joaquín Leguina y Ramón Espinar, respectivamente, al delegado del Gobierno en Madrid, José María Rodríguez Colorado, al presidente de la Cámara de Comercio, Adrián Piera, o al Defensor del Pueblo, Joaquín Ruiz-Giménez.

La gran cantidad de invitados obligó a habilitar el patio de Cristales, donde se instalaron varias filas de sillas ante dos grandes pantallas, a través de las cuales aquellos que no lograron un asiento en la tribuna de público del salón de plenos pudieron seguir el desarrollo del acto. Acabado éste, los concejales, uno a uno, estrecharon la mano del nuevo alcalde antes de abandonar el salón de plenos. Las felicitaciones se repitieron cuando Barranco salió al salón Goya, donde esperaban los invitados.

Allí, el nuevo alcalde tuvo que multiplicarse: una emisora de radio se interesaba por saber cómo había sido su niñez, mientras, era felicitado por Rafael Vera -subsecretario de Interior- y los miembros de la ejecutiva socialista Enrique Múgica y Carmen García Bloise, y pedía "un momento, por favor" a un equipo de TVE que quería entrevistarle.

"Puede ser un buen alcalde"

"Barranco ha demostrado su capacidad durante el año en el que Tierno estuvo enfermo y puede ser un buen alcalde", dijo Guerra. "Mi presencia aquí es voluntaria y se debe a que se elige el alcalde de la capital de España, de un municipio muy importante y porque se trata de un compañero socialista. Tengo que recordarles que ya estuve cuando fue elegido Tierno. Como vicesecretario general del partido puedo decir que Barranco cuenta con el apoyo de la ejecutiva federal del partido, al igual que cuenta con mi apoyo como vicepresidente de Gobierno, como todos los alcaldes de España".

La recepción terminó pronto porque muchos de los asistentes tenían que asistir a la inaguración de la Feria Internacional del Turismo. Antes de marcharse a la Casa de Campo, Juan Barranco se acercó al despacho del alcalde. "Va a ser inevitable el recuerdo del viejo profesor, no porque me lo recuerden estas cuatro paredes sino porque Tierno estará siempre en mi corazón".