Políticos, intelectuales y religiosos opinan que la falta de diálogo es el principal problema vasco

Un total de 35 personas, entre ellas políticos, sacerdotes, magistrados e intelectuales, se reunieron secretamente el pasado fin de semana en Madrid para reflexionar sobre Euskadi. «No se trataba de llegar a ninguna conclusión, sino de hablar con libertad y revelar las claves que no se pueden exponer públicamente", comentó uno de los asistentes, para quienes el principal problema del País Vasco es la falta de diálogo, entre los partidos. Organizó las jornadas la Fundación Encuentro, que preside el sacerdote José María Martín Patino.

Las ponencias de Xabier Arzallus (PNV) y Mario Onaindía (EE) sobre la integración del País Vasco en España y la evolución de ETA, respectivamente, fueron las más sorprendentes para los asistentes no vascos.El obispo de San Sebastián, José María Setién; el sacerdote José María Martín Patino; los políticos nacionalistas Xabier Arzallus, Joseba Arregui y Michel Unzueta; tres magistrados del Tribunal Constitucional; el presidente del PDP, Óscar Alzaga; el notario de San Sebastián José Segura; el ex ministro del Interior Rodolfo Martín Villa; los socialistas José María Benegas y Enrique Múgica; el consejero del Gobierno vasco Juan Ramón Guevara, y el portavoz del Ejecutivo autónomo, Eugenio Ibarzábal, fueron algunos de los 35 asistentes, además de diversos catedráticos y sociólogos. El ex ministro de Hacienda con UCD Jaime García Añoveros desarrolló la ponencia sobre los conciertos forales en época de crisis económica, encuadrada en estas reflexiones que llevaban por título El País Vasco, problema de todos.

A decir de uno de los asistentes, los políticos vascos reconocieron, después de dos días de reuniones en un lugar a las afueras de Madrid, que nunca habían hablado con tanta sinceridad. "Para los madrileños ha supuesto", continuó, "descubrir la otra cara de la Luna; hemos reconocido que en el País Vasco está sucediendo lo que tenía que suceder por lo mal que se han hecho las cosas. Los representantes del PSOE presentes, José María Benegas y Enrique Múgica, tuvieron que soportar en diversos momentos muy duras críticas, "aunque se defendieron bien", según el interlocutor consultado.

La razón por la que estos encuentros se han llevado con absoluto hermetismo es, a juicio de los organizadores, la búsqueda de la eficacia de este diálogo y que se hablara con absoluta sinceridad dado el compromiso de que lo allí tratado no trascendería. La razón política y la razón ética y en qué medida ambas pueden ir unidas sin menoscabo de la dignidad de la persona constituyeron la ponencia expuesta por el obispo de San Sebastián, José María Setién.

La integración

La concepción del Estado y la integración de Euskadi en el mismo a través del Estatuto de Guernica y de la Constitución fue el tema de disertación de Xabier Arzallus, ex presidente del PNV. Jaime García Añoveros, ex ministro de Hacienda, desarrolló la tercera ponencia: Aplicación de los conciertos forales en tiempos de crisis. Por último, Mario Onaindía, ex secretario de Euskadiko Ezkerra, explicó la evolución de ETA desde sus orígenes. Onaindía tuvo como contraponente al ex ministro del Interior Rodolfo Martín Villa.Las ponencias de Arzallus y Onaindía fueron las más "sorprendentes" y ambos políticos arrojaron bastante luz sobre los orígenes de los problemas que acucian al País Vasco, según la referida fuente. "La integración de Euskadi en el resto del Estado se ha producido formalmente a través del estatuto y la Constitución, pero no de una forma real, ya que no se ha actuado eficazmente", opinó el interlocutor consultado después de haber escuchado a los políticos vascos. "Se aportaron vías de solución pero desde luego la principal pasa por que los partidos vascos hablen más entre ellos".

"No se pretendían conclusiones, sino racionalizar el discurso social, y algo nos ha quedado a todos claro, que es la tremenda falta de diálogo", afirmó.

El sacerdote José María Martín Patino, presidente de la fundación Encuentro, justificó estas jornadas señalando que puede ser beneficioso que sectores discrepantes se reúnan a hablar sin restricciones. "Nos pareció que el problema del pueblo vasco con respecto al resto de los españoles, dado que no existe integración, era de suma gravedad; y queríamos, lo que hemos logrado, formar una amplia mesa sin signo partidista".