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Cometieron siete errores

El triple apresamiento en Beirut, el viernes 17 de enero, de funcionarios y empleados al servicio de la Embajada de España en Líbano, es achacable a siete errores cometidos por los ministerios de Asuntos Exteriores e Interior a la hora de decidir la fecha y las modalidades del desplazamiento de los cinco geo a los que había sido encomendada la protección de la representación diplomática española en la capital libanesa:1. Los cinco expertos en seguridad fueron enviados a Líbano a través del aeropuerto, situado en el sector musulmán, y en cuya autovía de acceso, que cruza barrios shiíes, se han producido la mayoría de los secuestros. Podían haber viajado, sin embargo, en los transbordadores que enlazan a Chipre con el puerto de Junieli ubicado en zona cristiana, donde también se encuentra desde hace casi cuatro meses la cancillería y la residencia del embajador de España. A principios de octubre pasado, una delegación de altos funcionarios del CESID y de los Ministerios del Interior y Exteriores sí tomó la precaución de desplazarse a Líbano por vía marítima hasta Junieh.

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2. El embajador de España en Beirut, Pedro de Arístegui, al que los servicios de correos libaneses no logran poner un télex y que tampoco dispone de radio para comunicar con Madrid -recibe sus mensajes en claro y cifrados a través de una oficina comercial que cierra por las tardes-, fue advertido de la llegada de los geo cuando ya se encontraban a bordo del avión que les condujo a Líbano. Si le hubiese sido anunciada con antelación acaso hubiese sugerido un itinerario más seguro para viajar a este país en guerra.

3. Los geo, se embarcaron en el único vuelo semanal directo Madrid-Beirut de las Líneas Aéreas Libanesas (MEA), que ofrece un 40% de descuento a funcionarios españoles. Si alguien proyecta secuestrar a ciudadanos españoles se apostará a la salida de la terminal del aeropuerto cuando desembarquen los pasajeros de ese vuelo, que lleva el número 224.

4. Las reservas de asientos en el avión fueron efectuadas bajo su auténica identidad -Arístegui voló, a veces, a partir de Beirut con nombre falso y sin resonancia española-, y para que no cupiese la menor duda sobre la calidad de funcionarios de los geo, las iniciales VIP (very important person) fueron añadidas a sus nombres en el ordenador de la MEA. En Líbano cualquier grupo armado cuenta con simpatizantes en la compañía de aviación, que no ponen reparos en mostrarles las listas de pasajeros reservados.

5. Los geo fueron esperados al pie de la escalerilla del avión por un empleado de la Embajada, posteriormente capturado; un trato nada discreto y reservado para importantes personalidades libanesas y diplomáticos extranjeros. Pasaron después los controles de policía en la terminal de llegada con pasaportes diplomáticos, con llamativas tapas rojas.

6. La escolta proporcionada a la comitiva española para desplazarse del aeródromo hasta la frontera con el barrio cristiano de Hadat, donde está situada la embajada, pertenecía a la sexta brigada del Ejército, integrada por soldados y oficiales shiíes, correligionario s de las familias que, para obtener la liberación de sus dos hijos encarcelados en Madrid, no dudaron en llevar a cabo el triple secuestro. Es probable que los autores del apresamiento hayan contado con cómplices entre los acompañantes libaneses de los funcionarios españoles.

7. Como sólo hay un vuelo directo Madrid-Beirut a la semana, los superiores jerárquicos de los geo, que advirtieron a sus subordinados con una semana de antelación de la misión que les esperaba, optaron por enviarles a Líbano ese día, un viernes, a pesar de que su llegada iba a producirse horas después de que fuese anunciado el establecimiento de relaciones diplomáticas entre España e Israel. Esta iniciativa diplomática española no guarda, al parecer, relación directa con el secuestro, pero ha contribuido a exacerbar los ánimos contra el Gobierno español y hace aún más dificil contar con la colaboración de las milicias musulmanas para tratar de obtener la liberación de los tres rehenes.

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