Disolución de la Mutua Aseguradora de Cataluña

Alrededor de 200 mutualistas que asistieron ayer a la junta general extraordinaria convocada por el Consejo de Administración de la Mutua Aseguradora de Cataluña acordaron, con dos votos en contra y tras una larga reunión, la disolución de la entidad. La discusión estuvo presidida por momentos de fuerte tensión.

La junta acordó nombrar una comisión liquidadora interina formada por el presidente de la mutualidad, Pedro Caballé, un empleado y un mutualista, que se encargarán de realizar un balance de la entidad y remitirlo a la Dirección General de Seguros antes de quince días.Las tensiones registradas en la reunión, que duró más de tres horas, estuvieron producidas por el interés de los mutualistas por conocer las formas de cobro de sus expedientes. Otros enfrentamientos verbales tuvieron lugar al atribuir algunos mutualistas a determinados agentes de seguros el supuesto desvío de algunas carteras de clientes a otras mutualidades, en especial a la Mutua Ancora.

La liquidación de la Mutua Aseguradora de Cataluña afecta a unos 65.000 titulares de segu ros de automóviles, concentrados en Cataluña, Málaga, Valencia, Galicia y Canarias. El cierre de la sociedad afectará asimismo a unos 65 trabajadores.

La entidad tiene contraídas deudas que fuentes ligadas a la compañía valoran en unos 1.000 millones de pesetas. La Dirección General de Seguros requirió a la compañía en febrero pasado para que aportara 344 millones de pesetas destinadas a su saneamiento financiero. El incumplimiento de este requisito motivó un expediente sancionador.

La propuesta de liquidación presentada ayer por el consejo de administración a la junta de accionistas motivó las quejas de los mutualistas, manifestadas con anterioridad a la celebración del acto. La decisión de disolución se efectuó a instancias de la Dirección General de Seguros.