Coincidencia en que se favorece el proceso de paz en Oriente Próximo
El reconocimiento español del Estado de Israel favorecerá el proceso de paz en Oriente Próximo, según la opinión más generalizada en las capitales occidentales, donde se daba por descontado que el Gobierno de Madrid tomaría esta decisión inmediatamente después de entrar formalmente en la Comunidad Europea, hecho que ocurrió hace apenas 18 días.La Administración Reagan, que había presionado a España insistentemente para que estableciera relaciones diplomáticas con Israel, tuvo ayer una reacción bastante menos eufórica que los judíos residentes en Estados Unidos, limitándose a "dar la bienvenida a este acontecimiento acorde con la posición del resto de la Europa en la que España se integró el pasado 1 de enero", informa En cambio, la poderosa comunidad judía norteamericana saludó ayer la "valiente decisión histórica" que contribuirá, en su opinión, "a reforzar la causa de la paz en Oriente Próximo".
Esta menor efusividad oficial puede quizás explicarse por la contrapartida que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) obtenga eventualmente, en la elevación de su estado diplomático en Madrid.
La gran Prensa norteamericana informó ayer de la noticia sin excesivo relieve. The New York Times lo hacía en la página 2 y The Washington Post en la 23. Para The Wall Streel Journal merecía una llamada en la primera página y el teledario de Dan Rather, en la CBS, le concedió cinco segundos.
Paz y reconciliación
"El establecimiento de relaciones será una contribución importante para la causa de la paz y la reconciliación en Oriente Próximo y contribuirá también a reforzar la solidaridad y amistad entre los dos pueblos", declaró a EL PAÍS en Nueva York Marc Tanembaum, director de relaciones internacionales del American Jewish Committee (Comité Judío Americano)."Espero que esta decisión", añadió, "estimulará a los árabes moderados a comprender que la negociación pacífica es la única vía para lograr la paz conjunta en Oriente Próximo". Para Tanembaum, los extremistas no necesitan pretextos como el de las relaciones España-Israel para continuar su política terrorista.
La agencia soviética oficial Tass le dedicó seis líneas al acontecimiento a las 17.25 horas en su versión inglesa, cuando aún no había sido difundida la noticia en ruso. El Gobierno español dio el paso adelante, según Tass, frente a las protestas "de amplios sectores de la opinión pública, partidos políticos de izquierda y sindicatos", informa La Unión Soviética, que fue uno de los primeros países en reconocer al Estado de Israel, en 1948, rompió relaciones con Tel Aviv tras las ocupaciones militares israelíes de 1967.
Los países miembros de la Comunidad Europea daban por descontado que el ingreso de España traería consigo el reconocimiento del Estado de Israel. Recientemente, el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Giulio Andreotti, comentó favorablemente el hecho con el embajador español ante el Quirinal, Jorge de Esteban. Aunque Andreotti es tachado de propalestino, considera que el gesto español puede contribuir eficazmente a resolver el problema de la estabilidad en Oriente Próximo, informa Juan Arias. Andreotti recuerda los siglos en que, en una paz de oro, convivieron en territorio español moros, judíos y cristianos y piensa que España puede hoy utilizar su ancestral capacidad de "diálogo ecuménico" para contribuir a quitar hierro a los dramáticos problemas que agitan el Mediterráneo.
El ministro de Asuntos Exteriores de la República Federal de Alemania (RFA), Hans-Dietrich Genscher, siempre había defendido la necesidad de establecer relaciones entre Madrid y Tel Aviv, que considera "una aportación para la pacificación de la región", según informa Hermann Tertsch.
La comunidad judía francesa, que cuenta con más de medio millón de miembros, ha acogido con satisfacción la noticia. Theo Klein, presidente del CRIF (Conceil Representativ des Institutions Juives de France), la federación judía más importante de Francia, explicó que la ausencia de relaciones entre España e Israel constituía, a su juicio, "una injusticia". "En un momento dado, el general Franco se mostró dispuesto a intercambiar embajadores, pero el Gobierno israelí, dirigido entonces por Ben Gurion, se negó a ello por considerar que se trataba de un régimen no democrático. Era injusto que cuando España se ha vuelto a convertir en una democracia hiciera pagar a Israel aquel gesto".
Klein recordó que durante la última visita del Rey de España a Francia tuvo ocasión "de insistir en ese deseo y explicarle que la falta de relaciones entre los dos países constituía un fenómeno anormal".
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