La embajada en Beirut, blanco favorito de los bombardeos
La embajada española en Beirut sufrió dos bombardeos de la artillería israelí el verano de 1982, después de iniciarse la invasión israelí del Líbano. A partir de entonces la residencia del embajador se convirtió en embajada y en el blanco favorito de los bombazos drusos y shiíes. En septiembre de 1983 el edificio se derrumbó en un bombardeo calificado de fortuito por su localización en una zona muy batida. De los tres bombardeos que sufrió en febrero, junio y diciembre de 1984, hay que citar que en la última ocasión el embajador Pedro de Arístegui respondió enviando un ramo de flores a la madre de Walid Jumblatt, caudillo de la milicia drusa causante de los destrozos.También se han producido amenazas de atentados y secuestros. En septiembre de 1984 la embajada fue desalojada ante las amenazas de un atentado por parte de las milicias shiíes Mussa Sadr como represalia por la detención en Madrid de dos de sus miembros que atentaron contra un diplomático libio.
En 1985 el embajador vio su automóvil interceptado en dos ocasiones por controles callejeros de la organización shií Amal, que le advirtió que se atuviese a las consecuencias por la tardanza en poner en libertad a los dos shiíes pendientes de juicio en España. "A ver cuándo los liberan, porque ya estamos perdiendo la paciencia", fueron las palabras de un miliciano.
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