Las ayudas del Plan de Flota son insuficientes, según los navieros

El presidente de la Asociación de Navieros Españoles (Anave), Juan María Gómez de Mariaca, manifestó ayer sus temores sobre el futuro del Plan de Flota, elaborado por el Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones, "ya que puede convertirse en un absoluto fracaso, debido a la falta de contenido económico del mismo".Gómez de Mariaca afirmó ante un grupo de informadores que "el Plan de Flota está bien concebido en cuanto al diagnóstico de la situación que atraviesa el sector, los objetivos y la elección de las medidas a poner en marcha, pero corre el peligro de resultar ineficaz por la escasez de las ayudas económicas que contempla".

En este sentido, el presidente de Anave aseguró que tanto el Ministerio de Economía como el de Industria deberían coadyuvar a financiar de una forma más amplia y concreta el Plan de Flota, ya que sería una buena forma de que los navieros españoles pudiesen entrar en disposición de pagar sus deudas.

Según el borrador del Plan de Flota, el conjunto de ayudas a la explotación de la marina mercante en el período comprendido entre 1986 y 1990 se eleva a 27.883 millones de pesetas, repartidos entre ayudas a tráficos (15.723 millones), primas de navegación (160 millones), primas para desguaces (9.000 millones) y mejoras tecnológicas (3.000 millones de pesetas).

Según los navieros españoles, las mencionadas cantidades no suponen más que un incremento de menos de 3.000 millones de pesetas en conjunto sobre las ayudas que están recibiendo en la actualidad.

Las actuales ayudas a la marina mercante, fijadas en los presupuestos del Estado, se elevan, según manifiestan los navieros españoles, a unos 5.000 millones de pesetas anuales, de los que 3.500 millones de pesetas están destinados a compensar a los armadores el sobrecoste de los precios de combustible.

25.000 millones más

Para el presidente de Anave, "serían necesarios, al menos, otros 25.000 millones de pesetas más si se quiere evitar el fracaso del Plan de Flota". Gómez de Mariaca insistió, por otra parte, en que este año "es el último en que se puede hacer algo, tanto desde la óptica de nuestra integración en la CE como por ser el último momento posible de intervención en un sector que atraviesa una situación crítica".Para los representantes de los navieros españoles, el año 1986 va a caracterizarse por una profundización de la crisis que se experimentó en el pasado año, "en el que se batieron todos los récords de descensos de fletes y en el que lo único positivo fue el aumento de las cifras de buques enviados a desguaces".

Como dato preocupante, los representantes de la organización de navieros esgrimieron el descenso sufrido por la flota española, con la pérdida en 1985 de un millón de toneladas de registro bruto (TRB). Dicha flota estaba integrada el 1 de enero de este año por 625 buques, con 5.102.365 toneladas de registro bruto.