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Falco Accame

Contralmirante italiano retirado, propone una defensa europea como alternativa a la OTAN

Contralmirante de la Marina italiana -retirado desde hace 10 años-, ex diputado socialista y director del Instituto de Investigación sobre la Paz, de Roma, Falco Accame abandonó en 1983 la presidencia de la Comisión de Defensa del Parlamento italiano a consecuencia de la decisión de Bettíno Craxi de instalar los euromisiles. Basa su pacifismo en la convicción de que Europa es capaz de generar modelos de defensa alternativos a "la política ofensiva de la OTAN". Afirma que Estados Unidos es el único poder dentro de la organización altántica y cree que las bases norteamericanas en España tienen como objetivo que nuestro país no se interfiera en el Magreb y disuadir a Europa de su posible unidad.

Falco Accame, de 60 años, es un militar que, sin renegar de su condición, se encuentra comprometido en la defensa de posturas pacifistas. Tiene los ojos azules y el cabello de un color desvaído. Se quita y se pone las gafas constantemente, juguetea con ellas mientras dice que a su paso por la academia y a sus 30 años de vida castrense les debe su formación interdisciplinaria. Pero "se ha de poseer una mentalidad muy abierta para no perder el contacto con la sociedad civil, para que no se rompa el diálogo y para no caer en corporativismos absurdos". En esa etapa aprendió "a conocer por dentro los límites del Ejército, a saber que tiene un papel muy importante para la paz", lo que luego utilizó en su vida política.

Diputado socialista

Porque Aceame fue durante ocho años diputado por el Partido Socialista, "hasta que la decisión de Craxi, que estaba más a la derecha del partido que yo, me planteó un grave problema de conciencia", explica.En los últimos meses ha abandonado toda actividad pública para dedicarse al libro que lleva escribiendo los últimos ocho años: Análisis de la estrategia, una ambiciosa investigación filosófica que parte de la afirmación de Karl von Clausewitz: "La guerra es una continuación de la política por otros medicis".

Llegados a este punto de la conversación, Accame, al mencionar la palabra estrategia, cambia su sobriedad inicial por la vehemencia. Toma, sin más preámbulos, el cuaderno y el bolígrafo de la periodista y se extiende gráficamente, hoja tras hoja, en la trasposición icónica al terreno defensivo de la teoría de Martin Heidegger sobre el ser y el tiempo. "Ésta es la clave filosófica", concluye el contralmirante pacifista, "que permite entender todo el sisterna".

Un paraguas sin tela

Accame, experto en la zona sur de la OTAN, cree que la organización atlántica gira en torno a Estados Unidos, y es "un paraguas sin tela para los aliados europeos". De Italia opina que es el país más sometido a la órbita de Washington -"la Bulgaria de la OTAN"- y, sobre las bases militares que Estados Unidos mantiene en España, cree que responden a dos objetivos fundamentales: "Invitarles a ustedes a no interferir en el Magreb y disuadir a Europa sobre una posible unidad europea".Habla sin acritud, con una paciencia expositiva propia de quien está acostumbrado a repetir muchas veces las mismas cosas. "En Italia ni el Gobierno ni la sociedad se han dado cuenta todavía de la importancia del problema".

En cuanto al movimiento pacifista europeo, señala que "es débil porque se ha cometido el error de centrar toda la lucha en impedir la instalación de los euromisiles, y hay más cosas que reivindicar, como la creación de modelos de defensa alternativos o el cese de las exportaciones de armas al Tercer Mundo". Mueve las manos en un signo de resignación y añade: "Pero debemos ser optimistas, porque deben existir ciertas dosis de optimismo para poder cambiar".

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