Lloyd Christie,
emigrado jamaicano en Estados Unidos, soportaba estoicamente los reproches de su esposa por su desmedida afición a la lotería, demasiado cara para un padre de siete hijos. El sábado pasado sufrió la reprimenda habitual por haber gastado cinco dólares en un boleto, y eso que no se atrevió a confesar que había adquirido otro a escondidas. Este último resultó premiado con 10 millones de dólares (unos 1.500 millones de pesetas) en la lotería de Nueva York. Nilva Christie se ha limitado a declarar que ahora veía "mejor" la afición al juego de su marido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.