65 negros, muertos en Suráfrica el día de Navidad

Al menos 65 negros murieron en diversos incidentes en Suráfrica durante el día de Navidad. Cincuenta y seis de ellos perecieron durante un enfrentamiento tribal en el que participaron miles de negros de las tribus zulú y pondo; tres, en lo que la policía definió como enfrentamientos entre dos grupos antisegregacionistas; y seis, en otros sucesos.El enfrentamiento entre 3.000 pondos y 2.000 zulúes se produjo en Unbumbulu, 30 kilómetros al suroeste de Durban. Según la policía, no parece relacionado con los incidentes que se han venido produciendo en Suráfrica desde el pasado mes de febrero debido al apartheid. Aún se desconocían ayer, con la zona ya controlada por las fuerzas del orden y en calma, las causas exactas de este masivo enfrentamiento. Algunos participantes en el combate dicen que comenzó por una discusión sobre una mujer, mientras otros se refieren al problema del acceso a los pozos de agua y a los seculares conflictos de limitación de los territorios de uno y otro grupo. Los zulúes, la más importante tribu de Suráfrica, suman seis millones de miembros, mientras que los pondos son un subgrupo étnico de los xhosas, las segunda más numerosa.

Los primeros, con una larga tradición guerrera y dirigidos por Gatsha Buthelezi, enemigo del apartheid y de recurrir a la violencia para combatirlo, tienen frecuentes enfrentamientos en la zona de Durban con simpatizantes del Congreso Nacional Africano, el grupo que emplea las armas contra el régimen racista de Pretoria y que encabeza Nelson Mandela, miembro de una familia principesca de la tribu xhosa.

En su homilía de Navidad, el obispo Desmond Tutu -premio Nobel de la Paz- pidió a los surafricanos que trabajen para conseguir una Suráfrica más justa y pacífica. "¿A dónde vamos a ir así, con estado de emergencia, soldados en los guetos, gases lacrimógenos y balas de goma, gente quemada, casas incendiadas con cócteles molotov, gente intimidada, gente encarcelada sin juicio?", se preguntó. "Vamos a trabajar para que en las Navidades de 1986, al contrario de las de 1985, todos nosotros, negros y blancos, podamos decir que Dios está con nosotros".

Desde que comenzaron los incidentes, a principios de año, más de mil personas han muerto en Suráfrica, en casi todos los casos en localidades habitadas por negros, a pesar de los estados de excepción impuestos en estas zonas por el Gobierno de Pretoria.