Un centenar de taxistas debate sobre la inseguridad en el sector

Las dificultades para implantar la mampara de separación entre conductor y clientes y la posibilidad de establecer una conexión permanente con la policía fueron dos de los temas debatidos en la Jornada sobre Seguridad en el Taxi, celebrada el sábado en el edificio sindical del número 25 de la avenida de América. La jornada, a la que asistió un centenar de profesionales, había sido organizada por una empresa madrileña que construye y coloca las mamparas de seguridad.Un representante de dicha empresa calificó la mampara de "mal necesario" y citó el ejemplo de Londres, donde existe desde hace mucho tiempo. Sin embargo, Juan Vaquero, de la Federación Sindical de Autónomos del Taxi, cree que el ejemplo londinense no es aplicable a Madrid "por la sencilla razón de que allí los taxis son más grandes".

Un prototipo europeo único

En la actualidad, según Vaquero, en menos de 100 de los 15.000 taxís madrileños se ha instalado el cristal de separación entre los asientos delanteros y los traseros. La reducción del espacio que provoca en los turismos españoles, generalmente pequeños; la incomodidad psicológica que provoca en conductor y clientes y el precio del producto han impedido una rápida generalización de este sistema antiatracos.Actualmente, el coste de una mampara instalada en el vehículo es de unas 65.000 pesetas, cifra a la que en muchos casos hay que añadir las 17.000 del sistema de bloqueo de puertas.

La "propuesta a largo plazo" de Vaquero, apoyada por la mayoría de taxistas consultados, es que se establezca, en el marco de la Comunidad Económica Europea, "un vehículo prototipo", es decir, "un único modelo de taxi para todos los países, que sea espacioso y desde un primer momento esté preparado para admitir todas las necesidades del servicio, incluido el cristal de seguridad".

Vaquero afirmó que el diseño y la fabricación de un vehículo especial para taxistas no es rentable para una empresa fabricante si el mercado se limita a una ciudad o .una nación, pero puede serlo de plantearse esta opción en un mercado único europeo.

También se abordó en el acto la posibilidad de que los taxis con radioteléfono estén conectados de modo permanente con la policía gubernativa. El sentir mayoritario de los profesionales del taxi, según Vaquero, es rechazar la probabilidad de convertirse en "una especie de radiopatrullas". "Los ciudadanos podrían tomarnos como confidentes y no queremos que ocurra", dijo.

En cambio, fue bien recibida la propuesta realizada por Jesús Rodríguez Molino, del departamento de Transportes del Ayuntamiento de Madrid, en el sentido de establecer una conexión permanente entre la emisora de la Policía Municipal y las centrales de las compañías de radioteléfonos.