Las relaciones Mitterrand-Fabius
Reparto de tareas. A Frangois Mitterrand, el llamamiento a la conciencia y hasta al subconsciente de la izquierda. A Laurent Fabius, la pedagogía del balance económico y social.Esto parece claro por ahora. El primer ministro, brutalmente herido estos últimos tiempos y marginado hasta el punto de no existir más que en apariencia, vuelve a escena. Tiene su papel asignado y su registro designado. Honra el uno y el otro con sus maneras habituales de conservador apacible. Con la ayuda del pequeño ordenador visualiza los resultados obtenidos. Hábilmente deformando, naturalmente. Como cuando se refiere a la tasa de inflación que baja, pero que se mantiene en el doble en Francia que en Alemania. O sobre el ahorro que es más remunerador, pero que, no obstante, se retira y abandona el campo. De golpe merece seguramente el calificativo, a ojos de Frangois Mitterrand, de buen primer ministro. ( ... ) Olvidados están los grandes errores cometidos con Greenpeace, evaporadas las inquietudes incompatibles con la razón de Estado. La exposición en cifras conviene a la serenidad reconquistada. Frangois Mitterrand comenzaba a parecerse a un marqués de Carabás que, habiendo perdido su gato con botas, se veía obligado a hacer la propaganda de elogiar sus propios méritos. Laurent Fabilus borra un poco esta imagen. Se convierte en el transformador de los éxitos de la izquierda y se esfuerza en venderlos en beneficio del presidente. Y por ello parece recuperarse un poco de la descalificación que, tanto en la opinión pública como en su propio partido, comenzaba a paralizarlo. ( ... )
Pero de todas formas Fraricois Mitterrand, pensando tal vez que nadie como él tiene la estatura suficiente para cambiar el destino, se ha comprometido en el combate por las legislativas.
Al declararse responsable de todo, ( ... ) Laurent Fabius vuelve a jugar en su estilo, no supone ningún cambio. El presidente queda expuesto en la medida en que se expone él mismo.
¿Cómo puede decir que las elecciones legislativas no conciernen más que a los otros y no a él? ¿Y cómo, si ellas llevaran francamente a la confusión, podría pretender que no significan una desaprobación hiriente de su gestión? ( ... )
A Fabius le incumbe dar cuenta de la gestión, a la espera de un certificado de capacidad. A Mitterrand le compete esbozar el gran fiasco de las conquistas de la izquierda desembocando en un dominio completo del porvenir.
El dispositivo de la campaña electoral ya está preparado. No tardará mucho en comenzar la representación.
, 19 de diciembre
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