El 'ultra' Cicuttini abandonó la cárcel de Zamora en libertad provisional

El ultraderechista italiano Carlo Cicuttini, relacionado con algunos medios de la guerra sucia contra ETA y acusado en Italia de diversos actos terroristas, abandonó ayer la cárcel provincial de Zamora. Cicuttini fue puesto anoche en libertad provisional bajo rianza de medio millón de pesetas. La decisión de la puesta en libertad correspondió a la Audiencia Nacional. Sobre Cicuttini pesa una petición de extradición de la justicia italiana. En la cárcel de Zamora permanece encarcelado un grupo de ultraderechistas españoles.

Carlo Cicuttini ingresó en la cárcel provincial de Zamora el pasado 28 de octubre como consecuencia de una orden de busca y captura que pesaba sobre él dictada por la Audiencia Nacional, el mismo tribunal que ayer dictó el telegrama de puesta en libertad provisional.El ultraderechista abandonó la cárcel de Zamora a las 21.30. A la puerta del centro penitenciario le esperaba un automóvil conducido por una mujer, con en él que abandonó Zamora por la carretera de Tordesillas en dirección a Madrid.

La orden de busca y captura contra Carlo Cicuttini es la consecuencia de la segunda petición de extradición de las autoridades italianas, basada en nuevas pruebas sobre su supuesta implicación en actos terroristas en Italia; entre ellos, se encuentra acusado del secuestro de un avión por el juez Gorizia, que ordenó su detención en octubre de 1982, y también está acusado del atentado de Peteano. Carlo Cicuttini fue miembro del neofacista Movimiento Social Italiano y, tras ser declarado ilegal éste, se afilió a Ordine Nuovo.

La primera petición de extradición fue denegada por la Audiencia Nacional por considerar que se trataba de "delitos políticos", aplicándole, a su vez, la amnistía concedida en España en 1976. Sin embargo, ante la nueva aportación de pruebas entregadas a España por la justicia italiana, el Consejo de Ministros del 11 de septiembre pasado decidió reabrir su expediente de extradición.

'Guerra sucia'

Cicuttini llegó a España en 1972 con documentación falsa. Hasta 1984 vivió en Barcelona y después se trasladó a Madrid, donde se relacionó con destacados neofascistas italianos, también investigados por la justicia italiana y sobre los que existe un proceso abierto en Roma sobre su supuesta implicación en la guerra sucia contra ETA. Giovanni Salvi, juez de Roma, investiga entre destacados neofascistas italianos, integrantes de las tramas negras internacionales, su posible participación en atentados contra miembros de ETA en el sur de Francia y en territorio español. Asimismo, jueces italianos, franceses y españoles que colaboran sobre este asunto tienen fundadas sospechas de que atentados de la guerra sucia están organizados por servicios de información españoles.Cicuttini se casó con la ciudadana española María Fernanda Fontanais Armengol y solicitó infructuosamente la nacionalidad española.