_
_
_
_

El año próximo se relanzará la actividad productiva, según las estimaciones del Ministerio de Economía v Hacienda

Los indicadores de coyuntura económica reflejan una evolución muy favorable de la economía española en los últimos meses. El año 1985 se cierra con resultados positivos, lo cual abre buenas expectativas para 1986, según declaró el secretario de Estado de Economía y Planificación, Miguel Ángel Fernández, Ordóñez. El comportamiento positivo de los indicadores de demanda no se refleja todavía en la producción. El Gobierno confía en que el próximo año sea el de la actividad, aunque mantendrá la política de rigor sobre precios, moderación salarial y reducción del déficit público. La incorporación a la CEE y la implantación del IVA "no añaden incertidumbres, pues se trata de hechos conocidos que abrirán más posibilidades a la economía".A pesar de estos datos favorables, el Gobierno mantiene como buenas las previsiones de crecimiento, fijadas en un 1,9% del producto interior bruto (PIB) en el conjunto del año. Esta actitud de prudencia, "aunque es posible que la cifra quede mejorada al final del ejercicio", se debe al mal comportamiento para el conjunto del año del sector exterior, al moderado crecimiento en agricultura (2%) y al 1,2% que aportará la industria. El sector servicios correrá con la principal aportación al crecimiento.

Según Fernández Ordóñez, si 1984 fue el año del saneamiento de la economía -sustancial mejora de los beneficios empresariales y reducción del déficit público-, 1985 se caracteriza por la fuerte caída de los tipos de interés y el aumento del empleo. La generación de 20.000 puestos de trabajo netos "es un dato de vital importancia, porque se produce en un año de PIB bajo y en un momento en que el gráfico de colocaciones comienza a dispararse".

Optimismo gubernamental

El optimismo del Gobierno llega hasta considerar que "la relación tradicional de crecimiento del PIB con la creación de empleo puede alterarse", aunque no rechazan que una parte de este efecto positivo se deba a los mínimos en que se encuentra la población activa, lo que hace más significativa porcentualmente cualquier variación positiva.El Ministerio de Economía espera que la producción se reactive fuertemente el próximo año, una vez agotados los stocks. Este crecimiento tendrá que convivir con la moderación salarial y el mantenimiento del objetivo de reducir el déficit público. Sin embargo, la principal preocupación serán los precios, porque enero va a reflejar el impacto de la entrada en vigor del IVA.

La inversión en bienes de equipo refleja un impulso del 3%, después de una caída de 32 puntos en 1984. También la energía eléctrica está teniendo una evolución "positivamente dramática", con aumentos en el consumo que sobrepasan el 5%.

Las matriculaciones de automóviles han crecido un 30% en octubre y reflejarán un aumento medio del 5,4%, frente a un descenso del 6% el pasado año y de un aumento del 2,3% en 1983. También las ventas en grandes almacenes crecieron en agosto un 12% y mantienen un ritmo de incremento del 11 %, muy superior al 6% del pasado año. Casi todos los indicadores de la demanda reflejan crecimientos de dos dígitos, y la construcción presenta perfiles muy positivos en los últimos meses. Esta expansión de un sector decisivo para el empleo no se reflejará a final de año, "ya que su aportación al PIB será cero o ligeramente positiva", pero dejará sentir sus efectos en 1986. Las viviendas iniciadas están experimentando un alza del 16%.

El momento depresivo de la economía española, que se sitúa en el primer trimestre de este año, parece plenamente superado, y la inercia de la economía llevará a cotas de crecimiento más altas el próximo año. A ello contribuirá la favorable coyuntura internacional. El superávit de la balanza por cuenta corriente superior a 2.000 millones de dólares permite afrontar con garantías la mayor competitividad de las ventas de los países de la CEE, tras el desarme arancelario del 10% que se llevará a cabo el 1 de marzo.

La depreciación de la peseta ya está hecha, porque ha perdido un 10% de valor frente a las monedas comunitarias, lo cual deja un margen defensivo suficiente para contrarrestar esa mayor competencia. La revalorización alternativa con respecto al dólar favorecerá, por el contrario, a la otra mitad de las importaciones, especialmente a los productos energéticos, que representan un tercio del total de nuestras compras al exterior. Asimismo, el descenso del 10% de las materias primas en los últimos meses supone una ventaja decisiva para el coste de las empresas, porque ello se produce después de un alza del 50% en 1983 y de un 10% en 1984.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_