La CEE acepta las peticiones españolas sobre el azúcar y la carne de caprino

El ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Carlos Romero, expresó ayer su satisfacción por la decisión del Consejo de Ministros de Agricultura de la CEE de aceptar las peticiones españolas sobre el azucar y la carne de caprino.Romero explicó que los diez aprobaron por mayoría cualificada la implantación de un nuevo régimen de subvenciones a la carne de caprino en la Comunidad y dieron un mandato a la Comisión Europea para que incluya a España y Portugal a partir del primero de marzo de 1986.

La Comisión deberá definir las regiones o zonas españolas de cría de cabras para carne que se beneficiarán del mencionado régimen, por el que se entregará a los productores una prima de cuatro ECU (unidad de cuenta europea, unas 544 pesetas) por cabeza anualmente. La decisión de la Comisión será aplicada sin ser sometida al Consejo de Ministros de Agricultura de la CEE, según explicó Romero.

El ministro español indicó que las zonas beneficiadas en España serán aquellas por las que pasa el paralelo 43, al igual que en Italia, además de las regiones montañosas. Fuentes autorizadas añadieron que los diez dieron un mandato a la Comisión Europea para que defina las regiones españolas beneficiadas, basándose en lo establecido para otros países mediterráneos.

Por otro lado, los países comunitarios estuvieron de acuerdo en respetar la exigencia española sobre la exclusión de España en la financiación de los excedentes comunitarios de azucar, destacó Romero. Después de más de 15 horas de debates sobre el nuevo régimen para la eliminación de los excedentes de azucar en la CEE, éste fue el único punto en que los diez se pusieron de acuerdo.

Los ministros de Agricultura no llegaron a ningún acuerdo global sobre los excedentes. Se trata de repartir entre los países miembros el peso de 400 millones de ECU (unos 54.000 millones de pesetas) de excedentes acumulados de azucar. Para el sector azucarero la CEE aplica en la actualidad un sistema de cuotas con subvenciones, tanto para la exportación como para el consumo interno, que ha provocado un considerable incremento de los excedentes.