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CONCLUSIONES DEL SÍNODO

Díaz Merchán y Suquía afirman que no ha habido discrepancias de fondo

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Gabino Díaz-Merchán, y el cardenal Angel Suquía, arzobispo de Madrid, negaron en una conferencia de prensa convocada ayer a su regreso a Madrid que el Sínodo haya supuesto un frenazo a los aspectos más progresistas del Concilio Vaticano II. Los dos prelados, únicos asistentes al sínodo en representación de la Iglesia española, dieron una imagen de mutuo acuerdo en sus apreciaciones, al contestar alternativamente uno u otro casi de una manera versallesca.Díaz Merchán, se calificó como "un superviviente del Vaticano II", y señaló que el espíritu de los quince días del sínodo le recordó el que vivió hace 20 años con motivo de las reuniones conciliares. "Creo que la evaluación del Vaticano II ha sido positiva, aunque con sus luces y sus sombras, porque también hemos descubierto lagunas, así que hay que ser moderadamente optimista", afirmó el presidente de la Conferencia Episcopal. El cardenal Suquía ratificó esta impresión inicial. Tal ausencia de discrepancia entre los dos sirvió para que ambos remachasen que "no han existido fricciones ni divisiones entre los padres sinodales, sino un clima de unidad".

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Las tesis de Ratzinger se imponen en el documento final

Sobre las sombras en la aplicación del Concilio Vaticano II en estos 20 años, Díaz Merchán apuntó: "El Concilio no ha sido puesto en práctica del todo aún, y algunos quizás se han fijado en aspectos parciales, quedando relegados otros en los que ahora hay que profundizar. Si el sínodo ha insistido en la finalidad transcendente de la Iglesia no es para corregir ni para dar carpetazo al Concilio".

"No sé qué es eso que se ha llamado la línea Ratzinger", declaró Díaz Merchán. "Ni ha triunfado, su línea ni ha habido una tendencia conservadora. La suya fue una aportación más. Aunque en su libro, anterior al sínodo, había expresado ya su postura, no ha ejercido influencias directivas en Jos padres sinodales. De hecho, Ratzínger es opuesto a la colegialidad, poque tal vez en Alemania no ha sido positiva, pero no.es la tónica general. Casi todos hemos coincidido en que las Conferencias Episcopales han sido fructíferas".

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