Profesores duros

A propósito del artículo Los profesores más duros de la Universidad (EL PAIS, suplemento de Educación, 3 de diciembre), y acogiéndonos al derecho de réplica, le pedimos que publique la presente carta.Flaco servicio a la verdad y a la objetividad que ha de tener la Prensa hace la señora Joaquina Prades en el citado artículo.

Cuando en una escuela universitaria se llevan más de 15 días de paro y encierro y se crean actividades y aulas alternativas (expresión, teatro, ecología ... ), no es para tratarlo como un hecho anecdótico, porque no lo es. Y no se trata de que el señor Aizpún sea un hueso, sino de que este señor no se entera de que la democracia también ha de entrar en su departamento. ¡Claro!, a dictadores como este señor les suena rara dicha palabreja, y sus palabras son una clara muestra de cómo es: "Yo dirijo los temas que tienen que explicar, cuándo y cómo deben hacerlo. También les digo lo que tienen que poner en los exámenes y la forma de evaluar". Entonces, ¿qué participación queda a alumnos y profesores? Ninguna.

Tampoco se trata de "pequeñas tragedias personales en adolescentes que se descorazonan...", porque ni son pequeñas, pues estudiar en la Universidad no es precisamente una actividad placentera y gratuita; ni son personales, ya que afectan a la totalidad de profesores y alumnos que imparten o estudian esa asignatura; ni tampoco somos adolescentes, aunque a la señora Prades le parezca lo contrario. Y, en definitiva, lo único que nos descorazona son cosas como el artículo de esta señora, totalmente parcial y subjetivo.

También queremos hacer algunas puntualizaciones a las declaraciones del señor Aizpún:

1. Él dice: "Los alumnos prefieren a los profesores porque éstos, al no tener un puesto de trabajo seguro ( ... ) se les puede coaccionar". Nosotros decimos que el único que ha coaccionado hasta el momento a profesores e incluso a alumnos -"no se presentan al examen porque he logrado convencerlos de que, moralmente, no deben hacerlo"- ha sido él.

2. Es mentira que hace cuatro años aprobaron todos los alumnos, pues ya hace cinco años que hubo un paro de tres meses por esta cuestión. Para comprobarlo se pueden ver las estadísticas de aprobados y suspensos de dicho año, las cuales muestran un 90% de suspensos.

3. El señor Aizpún desvaría bastante al decir: "Las matemáticas tampoco son una asignatura habitual". Si las matemáticas no lo son, ¿cuál lo es?

En definitiva, los alumnos de esta escuela no pretendemos aprobar simplemente, como se desprende del artículo que comentamos, sino democratización del departamento de Matemáticas, con participación real y no ficticia de los alumnos y profesores, y libertad para profesores y alumnos para desarrollar conjuntamente la programación y evaluación del curso, y no de la forma y manera que dicte el señor Aizpún.- y 129 firmas más. Asamblea general de alumnos del nocturno de la escuela universitaria de Formación del Profesorado de EGB María Díaz Jiménez.