Ampliar para que no cambie la medida
Las ampliaciones de capital no han sido capaces de conseguir una reacción firme de los mercados de valores, que empiezan a dar la sensación de haber cambiado de unidad de medida. El consejo de Telefónica ratificó los rumores del mentidero bursátil, y, sin embargo, sus acciones, al igual que las de Hidrola, retrocedieron ante el empuje del papel. En el caso del valor eléctrico, la presencia de partidas vendedoras era manifiesta desde primeras horas de la mañana, por lo que no causó demasiadas sorpresas el que cediesen un entero. El caso de Telefónica contó con el apoyo de algún duende, que se dedicó a enredar en el tablero de cotizaciones, ya que el primer cambio que apareció fue el de 145%, causando la consiguiente aglomeración en torno al corro. Una vez subsanado el error, lo único que quedó claro fue la firme voluntad vendedora que animaba a la mayoría de los presentes.No obstante, no hay que considerar estos dos casos como hechos aislados, sino que es necesario inscribirles dentro de la tónica general de la sesión, en la que el papel tuvo bastantes más cosas que decir que la demanda. La única diferencia entre estos dos valores y el resto es que parecían gozar de una situación propicia para mejorar sus cambios.
En el sector eléctrico se continuó con la labor de ajuste, prácticamente en los mismos términos que en la jornada anterior, con lo que dinero y papel empiezan a acoplarse a los precios actuales. El ambiente en el sector bancario está comenzando a acusar los rumores que afectan al grupo, en lo que a los dividendos se refiere, por lo que los males del mercado van teniendo un doble denominador común, los dividendos y los rumores. Los saldos vendedores de los siete grandes siguen imponiéndose, aunque sólo en un caso pueden empezar a preocupar, dada su insistencia.
La situación de los valores industriales tampoco ha variado sustancialmente, si bien los síntomas de recuperación son más ostensibles en estos momentos, que están consiguiendo que los volúmenes de contratación se mantengan en unos niveles altos. El miércoles se superaron los 3.000 millones de pesetas gracias al negociado acumulado por Alimentación, Construcción y Químicas, aunque los grupos principales mantienen la supremacía incluso dentro del retroceso que están registrando. Telefónica fue una excepción entre los grandes, al doblar su propia contratación el día anterior y situarla en 780 millones de pesetas efectivas.
El negocio de pagarés del Tesoro también se resintió en la sesión de ayer, al quedar por debajo de los 2.500 millones de pesetas nominales, a pesar de que los tipos de interés se mantienen en cotas similares a las de días anteriores. En las operaciones con pacto de recompra a una semana, los 2.320 millones de pesetas negociados se hicieron al 10,20% y al 10,18% como niveles máximo y mínimo, mientras que las operaciones a un mes registraron un tipo de interés anual del 9,04%. En el mercado interbancario, las operaciones a corto plazo volvieron a situarse por debajo de las realizadas a tres meses, al cruzarse las primeras al 10,37% y las segundas al 10,44%, posiciones muy parecidas a las que cerraron la semana anterior.
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