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El Gobierno prorroga seis meses plazo para obtener el certificado de homologación de los ordenadores

El Gobierno aprobó un real decreto por el que se prorroga por seis meses el plazo para conseguir el certificado de homologación de todos los productos informáticos que tengan pantalla, teclado o impresora. La entrada en vigor del aplazamiento se produjo ayer, fecha de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). La prohibición de fabricar, importar, vender o instalar estos productos, contenida en los dos reales decretos que comenzaron a aplicarse el miércoles, estuvo en vigor un día, según ratificó ayer el ministro de Industria, Joan Majó, quien reconoció que la Administración había pecado de improvisación y optimismo al establecer un plazo inicial de cuatro meses. Los materiales retenidos en frontera comenzaron a expedirse ayer.

La publicación ayer en el BOE del real decreto que prorroga por seis meses el plazo para obtener la homologación oficial por parte de la Dirección General de Electrónica de los periféricos de ordenador ha constituido una sorpresa. El Consejo de Ministros del miércoles, de carácter deliberante, no tenía previsto discutir este tema de acuerdo a la información facilitada anteayer a este periódico por la oficina del portavoz del Gobierno.La explicación de que se trate de una aprobación en principio ignorada está, según el ministro Joan Majó, en que este real decreto era un tema "del índice verde", es decir que no tiene colisión con las competencias de otros ministerios y que su aprobación es automática y de trámite. Ello explica, según la versión ofrecida ayer por el titular de Industria a este periódico, que varios ministros puedan no haberse enterado y que la aprobación no fuera notificada oficialmente.

El hecho es que el texto del real decreto llegó a los talleres del BOE poco después de las ocho de la tarde del miércoles y el ministro, en la madrugada de ayer, en unas jornadas del sector donde fue elegido personaje electrónico del año, anunció, con satisfacción de los empresarios, que la autorización de la prórroga había sido aprobada.

Paso libre en frontera

También ayer las aduanas, en aplicación de la normativa vigente, habrían empezado a expedir las mercancías en respuesta a las solicitudes de despacho recibidas, manifestó el subdirector general de este departamento, Vicente Ruiz de Velasco. Según la asociación de importadores de productos de electrónica, el miércoles habían sido retenidos en frontera entre 12 y 15 camiones con material informático, el cargamento de un vuelo charter y una cantidad indeterminada transportada por ferrocarril.

El real decreto que subsana por un semestre la ilegalidad en que durante un día, el miércoles, había incurrido el sector explica que, "dado que en el momento actual la mayoría de los productos de este tipo que existen son de importación y una gran parte tiene que sufrir adaptaciones para cumplir las especificaciones técnicas exigidas ( ... ), se hace necesario ampliar el plazo de entrada en vigor de los citados reales decretos 1.250 y 1.251 para no causar perjuicios de desabastecimiento en el mercado de estos productos".

El aplazamiento no garantiza, según el ministro, que en estos seis meses "todas las empresas" puedan obtener el certificado oficial de homologación, imprescindible para estos productos. En algunos medios se considera que ha sido decisiva la presión de los importadores. Incluso se asegura que la Embajada italiana realizó gestiones en el ministerio y que el embajador de Estados Unidos remitió una carta a Majó para pedir aclaraciones sobre el tema.

En 1984, según las empresas, se importaron productos electrónicos por valor de 800.000 millones de pesetas, de los que un 60% serían periféricos de ordenador. Este año, dicen, ya se ha superado el billón de pesetas. La producción nacional es inferior al 10%. España importa el 70% del total de Estados Unidos y Japón. El resto corresponde esencialmente a Italia, República Federal de Alemania, el Reino Unido y Francia. El espectacular incremento de las importaciones este año se explica, aparte del boom de los ordenadores personales, en que estos productos están sometidos a un 4% por impuesto de compensación de gravámenes interiores y, a partir de enero, pasarán a tener un 12% de IVA.

Control de calidad

Joan Majó declaró ayer que las nuevas exigencias de control de calidad y seguridad de los productos electrónicos es una práctica que acerca a España a todos los países desarrollados, con lo cual se trata de una medida totalmente contraria a una situación tercermundista. Con estas precisiones, el ministro quería contestar las consideraciones del portavoz de una de las firmas importantes del sector.

"En España", dijo el ministro, "hemos estado bastante atrasados en este terreno. Por eso, durante los dos últimos años se ha hecho un esfuerzo de promulgación de normas para modernizar el país y adaptarse a la CEE". En el sector electrónico se hacen más necesarias las normas de calidad y seguridad, a las que las empresas deben adaptarse "para evitar que, como hacen con otros países, nos manden aquí productos de rechazo". Majó precisó que, aunque no sea el caso de los periféricos de ordenador, sí lo ha sido, por ejemplo, de los circuitos integrados.

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