Varios detenidos en relación con el secuestro de una sobrina del duque de Tovar

Un número indeterminado de personas permanecían detenidas anoche en dependencias policiales por su presunta implicación en el secuestro de Tristana Figueroa, de siete meses, hija de Tristán Figueroa y Melgar, que permaneció en poder de desconocidos durante unas 40 horas desde la noche del pasado domingo. La familia guarda absoluto silencio sobre el caso. También la policía ha sido extremadamente cauta al facilitar información, como es habitual cuando familias distinguidas se ven implicadas en un suceso. Tristán Figueroa, de 39 años, es hermano menor de Alfonso, duque de Tovar, y de Ignacio, marqués de Gauna.Tanto la familia como la policía afirman que no se pagó rescate por la liberación de Tristana, que fue liberada en la tarde del pasado martes. Según declararon fuentes cercanas a la familia, el plan de entrega de los 15 millones de pesetas exigidos por el rescate se realizó según lo establecido por los secuestradores, pero se frustró en el último momento debido, presumiblemente, a la intervención de la policía.

La familia Figueroa, Tristán y su esposa, Ana Magdalena, vive en un chalé situado en el número 14 de la avenida de Aster. En la noche del domingo el matrimonio estaba fuera de casa y la niña era cuidada por una empleada de hogar, Pilar, de 68 años. Fue ésta la que abrió la puerta a dos mujeres desconocidas, que dijeron ser unas marquesas amigas que iban a entregar un regalo. Luego aplicaron al rostro de la empleada un paño que contenía éter o una sustancia similar. La empleada quedó aturdida y las asaltantes se apoderaron de la pequeña. Cuando emprendían la huida, la empleada se recuperó e intentó impedir su acción, pero fue golpeada y quedó de nuevo sin conocimiento.

Durante las 40 horas que duró el secuestro de Tristana la familia recibió tres llamadas de los secuestradores. En la última llamada se concretó que la entrega del rescate se haría en el número 67 de la calle de la Princesa. Tristán Figueroa estuvo esperando en su vehículo durante una hora hasta que se le acercó una niña gitana y le entregó una nota con nuevas instrucciones.

La nota especificaba que un taxista recogería el paquete con los 15 millones de pesetas. El taxista, que negó su implicación en los hechos, fue detenido por agentes de la policía, uno de los cuales le suplantó en la conducción del vehículo. Al llegar con el dinero al lugar estipulado para la entrega, un ambulatorio de la Cruz Roja en la avenida de la Reina Victoria, nadie acudió a recoger el paquete. Los secuestradores, al parecer desconfiaron en el último momento.

En un aparcamiento

Sorprendentemente, según la versión de las personas allegadas a la familia, los secuestradores comunicaron en una nueva llamada telefónica la entrega de Tristana sin que se hubiera pagado su rescate. Hacia las 15 horas del martes, la pequeña fue encontrada en el interior de una bolsa de deportes depositada en un aparcamiento de los bajos de los números 1 y 3 de la calle de la Princesa. Se encontraba en perfecto estado de salud. Sus padres la recogieron en la comisaría de Universidad.