_
_
_
_

Borrell afirma que será difícil lograr un equilibrio presupuestario con la CEE

Andrés Ortega

"No va a ser fácil conseguir que España no se convierta en contribuyente neto a la CEE en 1986", declaró ayer el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, antes de iniciar una larga noche de debates en el seno del Consejo de Ministros de Presupuestos de la CEE para definir el presupuesto de la Comunidad para 1986. Borrell habló de la necesidad de que la CEE cumpla los compromisos contraídos -que España y Portugal tengan un equilibrio presupuestario frente a la CEE- y así lograr "hacer coincidir el lenguaje gramatical con el aritmético".

Más información
Italia y Francia vinculan su postura sobre la reforma a la decisión del Parlamento Europeo

El proyecto de presupuesto para 1986 que fijó el Consejo de Ministros en primera lectura en septiembre arrojaba, según cifras españolas, un déficit (diferencia entre lo que pague y lo que reciba de las arcas comunitarias) para España equivalente a unos 88.000 millones de pesetas. El Parlamento Europeo, extralimitándose en sus poderes legales, aumentó las cifras del proyecto, pero arrojando aún, según la parte española, un déficit mínimo para España de 20.000 millones de pesetas. El Consejo seguramente tiene intención de rebajar las cifras del Parlamento, con lo que la situación española puede agravarse.En cuanto al compromiso político, admitido de modo general, hay varias interpretaciones. Londres es el que se muestra más duro, junto con Bonn, al considerar que el equilibrio presupuestario de España y Portugal frente a la CEE no se refiere a un año en concreto sino al período de transición en su conjunto. Con lo que en 1986 Espana sí sería contribuyente neto.

Ayudas comunitarias

España pidió ayer que se restituyesen al menos las cifras contempladas en el anteproyecto de julio de la Comisión Europea en lo referente a la dotación para España y Portugal de los fondos estructurales (orientación agrícola, desarrollo regional, ayudas sociales y otros) y la partida de reserva de 35.000 millones de pesetas para, en parte, gastos agrícolas imprevistos derivados de la ampliación. Las cifras de la Comisión tampoco garantizan una neutralidad financiera para España, sino para España y Portugal conjuntamente, y ya se sabe que Portugal no será contribuyente neto, con lo que el caso español empeora.

En todo caso, ayer había un auténtico baile de cifras, según entraran o no en la cuenta los gastos de funcionamiento de las instituciones y otros elementos. Borrell habló de "estimaciones inexactas", pues, entre otras cosas, dependen de las cosechas que haya en 1986 o, para la aportación española a la CEE en concepto de IVA, del nivel de consumo interno. Pero el nuevo cálculo del reembolso al Reino Unido supondrá para España pagar unos 4.000 millones de pesetas más.

Los debates -en los que España no vota, pues no es aún miembro de pleno derecho ("es como jugar un partido de tenis sin raqueta", dijo Borrell)- se complican por el "peso del pasado": los compromisos de gastos contraídos en años pasados por la CEE y que ahoran pesan sobre el presupuesto de 1986.

En todo caso, la reunión de hoy no debía aportar una solución definitiva. Si el Consejo llega a un acuerdo, las cifras deben volver, a mediados de diciembre, al Parlamento Europeo y luego, de nuevo, al Consejo.

En la sala de reuniones, según fuentes comunitarias, Borrell calificó de "inaceptable el test para la población española de, tras ocho años de negociación para ingresar, convertirse en contribuyente neto".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_