El Partido Liberal se perfila como ganador en las elecciones del domingo en Honduras

El Partido Liberal se perfilaba como ganador de los comicios celebrados el domingo en Honduras cuando, a mediodía de ayer, hora local (siete de la tarde, hora peninsular), iba computada la mitad de los votos para la elección de presidente, diputados y alcaldes. Dentro del Partido Liberal, el más votado era el ingeniero José Azcona, de 58 años, pero le seguía, bastante más cerca de lo esperado, el candidato del liberalismo rodista, el abogado Óscar Mejía Arellano, de 66 años, a quien apoya el actual presidente, Roberto Suazo Córdova.

A pesar del triunfo como partido de los liberales, el candidato más votado en las elecciones del domingo fue Rafael Callejas, de 42 años, que consiguió reunir casi todos los votos recibidos por el Partido Nacional.Según los cálculos de la emisora Radio América, que iban por delante de los del Tribunal Nacional de Elecciones, Callejas había conseguido ya casi 400.000 votos, mientras que Azcona tenía 270.000 y Mejía 153.000. A pesar de esta victoria personal de Callejas, el sistema de cómputo de votos para presidente acordado el sábado por la noche -ocho horas antes de la apertura de las votaciones- da la victoria al Partido Liberal, porque la suma de los votos de las cuatro corrientes de este grupo daba el 51 % de los votos, mientras que los tres candidatos del Partido Nacional sumaban el 45%.

Vencedor individual

El resultado momentáneo de las elecciones hondureñas parece confirmar el tefnor de que se dé un vencedor individual, Callejas, que no puede llegar a la presidencia debido a la ley de reforma electoral, que fue confirmada por el Tribunal Nacional de Elecciones. La decisión del tribunal, que se había resistido a pronunciarse sobre la fórmula de cómputo hasta el último minuto, alegando que no podía manifestarse sobre una situación que todavía no se había planteado, se anunció en la noche del sábado.De los cinco integrantes del Tribunal Nacional de Elecciones, el representante del Partido Nacional se pronunció en contra de la solución adoptada y a favor de la aplicación del artículo 236 de la Constitución, que establece que el triunfo en la elección presidencial corresponde al candidato que tenga una mayoría personal relativa. El representante nacionalista en el tribunal emitió un voto individual, en contra de los otros cuatro miembros. Callejas había declarado que acepta la decisión del tribunal, pero el domingo por la noche todavía esperaba conseguir una victoria como el candidato más votado y también como el partido más fuerte.

Antes de tomar una decisión sobre la fórmula para contabilizar los votos en la elección, el presidente del Tribunal Nacional de Elecciones, Rafael Palacios, se entrevistó el sábado durante tres horas con el embajador de EE UU en Honduras, John Ferch, según informó ayer el periódico La Tribuna, que citaba fuentes oficiales. Esto parece insinuar la posibilidad de que el tribunal cedió ante la intervención del embajador norteamericano.

El resultado que se apuntaba ayer en Honduras encierra una fuerte carga conflictiva. Azcona es un hombre que despierta bastantes antipatías, y tendría -si se confirma1a tendencia esbozada ayer al mediodía- que ser proclamado presidente con muchos menos votos personales que su contrincante, Callejas, y gracias a los votos de sus encarnizados enemigos dentro del Partido Liberal, los de la corriente oficialista rodista, que le consideran un "traidor".

El presidente, Suazo atacó duramente a Azcona al final de la campaña electoral y le llamó "desertor del Ejército españoC. El mismo sábado, en la central de la corriente rodista en Tegucigalpa, aludían a Azcona con el calificativo de "el español" y comentaban irónicamente que "si gana Azcona tendremos que comer fabada".

A todas estas querellas internas se añade el hecho de que en la composición del nuevo Parlamento hondureño el grupo de Azcona'estará en minoría frente a los nacionalistas. Solamente con los diputados rodistas podría conseguir Azcona un apoyo parlamentario inestable. Esto abre un período de incertidumbre y deja muchas posibilidades de maniobra política al actual presidente, Suazo Córdova, que el sábado declaró al enviado especial de EL PAÍS que piensa asumir el liderazgo del rodismo tras dejar su cargo presidencial.

La jornada electoral de Honduras se desarrolló sin incidentes graves, y reinaba en las calles de Tegucigalpa un ambiente de fiesta. Daba la sensación de que se celebraba un acontecimiento futbolístico. Las calles estaban llenas de vehículos cargados de personas con banderas rojiblancas (liberales) y azules (nacionalistas). La gente se disputaba los periódicos y desde el cierre de los colegios electorales un sinfin de transeúntes caminaba con el transistor pegado a la oreja. La radio no cesaba de dar resultados electorales con entonación similar a los anuncios de gol en un partido de fútbol.