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La designación de Matutes como comisario ante la CEE supone una "profunda operación político en AP

La designación de Abel Matutes como segundo comisario español ante la CEE supone una "profunda operación política" en el seno de Alianza Popular, según destacados miembros del partido, donde, según confirmó ayer Fraga, Matutes deberá abandonar la vicepresidencia del partido en el próximo congreso del mismo. El nombramiento sorprendió a de de los, dirigentes de partidos coligados con AP (como Oscar Alzaga) a numerosos altos responsables del partido de Fraga (como algunos integrantes del gabinete de estrategia). Algunas personalidades relevantes en AP piensan que con este movimiento parece propiciarse "una promoción futura" de Matutes alentada por el propio Fraga.

Manuel Fraga señaló a EL PAIS que el nombramiento de Matutes fue decisión suya, en conversación con Felipe González. Negó que hubiese presentado el nombre de Matutes por escrito en su última comunicación al presidente del Gobierno. José María Aznar, diputado y responsable de política autonómica de AP, confirmó ayer que "en las reuniones de la ejecutiva del partido a las que he asistido en las últimas semanas no se ha hablado de la posibilidad de que Abel Matutes fuese nuestro candidato para comisario de la CEE". Aznar señaló que el partido, previsiblemente, tendrá que nombrar a otra persona para presidir el comité electoral de AP, hasta ahora en manos de Matutes. El diputado aliancista mostró también su convicción de que dada la proximidad del Congreso nacional de Ap, es posible que no se cubra hasta entonces el cargo de vicepresidente que deja vacante Matutes.Según destacados miembros de AP, el nombramiento de Matutes como comisario tendía "repercusiones importantes" en el organigrama del partido, especialmente teniendo en cuenta la celebración del 72 Congreso Nacional de AP a principios de febrero y el hecho de que ya parece evidenciarse una matizada lucha por el poder en un sector de la cúpula aliancista. Fuentes de este partido señalaron que ya existía una cierta pugna por hacerse con el control del programa económico aliancista entre Matutes y José Ramón Lasuen, muy ligado al vicepresidente Alfonso Osorio y miembro, como él, del gabinete de estrategia.

Uno de los relevantes miembros de Alianza Popular en Galicia comentó, al conocer la designación de Abel Matutes como comisario ante la Comunidad, que Fraga había sido "engañado otra vez" por el presidente del Gobierno. Sin embargo, otros destacados miembros del partido de Fraga piensan que la designación de Matutes, una vez que no fueron aceptados por la Moncloa los tres nombres anteriormente propuestos por Fraga, responde a una "profunda operación política" cuyos resultados sólo serán posibles contemplarlos a medio y largo plazo.

Parece, en efecto, imposible pensar que la designación dé Matutes responda a un deseo de alejarle del epicentro de la política activa. El vicepresidente de AP Abel Matutes, está considerado como uno de los pocos que, en el organigrama ejecutivo de AP, goza de la plena confianza de Manuel Fraga. Fue Matutes el único de los vicepresidentes del partido que se ofreció a ceder su cargo a Carlos Ferrer Salat cuando éste estaba a punto de "aterrizar" en AP con el marchamo de posible, y aun probable, sucesor de Fraga en su día. Fue el propio Fraga quien propició la operación Ferrer y otros dirigentes del partido -se señaló en su día a Alfonso Osorio- los encargados de torpedearla.

Preservarle para el futuro

A la interpretación de que el nombramiento de Matutes como comisario en Bruselas responde a un deseo de "preservarle para el futuro" de cualquier lucha intestina en el seno de AP se une el hecho de que ni siquiera los más prominentes dirigentes aliancistas parecían conocer con gran antelación que su nombre figurase en la comunicación escrita enviada la pasada semana por Fraga al presidente González. Ni Alfonso Osorio, vicepresidente del partido y director del "gabinete de estrategia" del mismo, ni su hombre de confianza, también miembro del gabinete y tradicional rival de Matutes, José Ramón Lasuen, parecían conocer que Matutes fuese a ser nombrado por el Consejo de Ministros.

Matutes, principal redactor de la parte económica del "programa electoral" lanzado hace tres semanas por AP bajo el título Esto tiene arreglo, estaba considerado como un hombre clave en AP cara al séptimo congreso nacional que el partido de Fraga celebrará a comienzos del próximo mes de febrero. Óscar Alzaga, presidente del Partido Demócrata Popular, desconocía igualmente la puesta en marcha de la operación Matutes, por más que dijese cautamente en Pontevedra, donde participó en un mitin de la campaña electoral gallega junto con Fraga y otros dirigentes de la Coalición Popular, que el nombre de Matutes le parecía "el más indicado" como segundo comisario comunitario. Por el contrario, la impresión existente es la de que el presidente del también coligado Partido Liberal, José Antonio Segurado, sí conocía con antelación la designación de Matutes, a quien consideró un candidato "espléndido" para el puesto. Segurado, también presente ayer en el mitin de Pontevedra, ni confirmó ni negó conocer con antelación el nombre de Matutes.

Dirigentes de AP subrayaron que la política de Fraga consiste tradicionalmente en pretender "salvaguardar para el futuro" algunas figuras que, en su día, pudiesen encabezar una operación de recambio a su persona para encabezar la alternativa al socialismo. Estos medios citan el caso de Marcelino Oreja, hoy en el Consejo de Europa, quien, durante algún tiempo figuró como favorito para encarnar la "figura de un sucesor". Son hoy muchos quienes, en AP, creen que la operación Matutes responde a semejantes esquemas.

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