_
_
_
_
_
EL FUTURO DEL MERCADO COMÚN

El Gobierno aceptó un pacto con Alianza Popular para nombrar a Abel Matutes segundo comisario en la CEE

El Consejo de Ministros decidió ayer nombrar a Abel Matutes, vicepresidente para asuntos económicos de Alianza Popular, empresario y propietario de un, banco que lleva su nombre, comisario español en la CEE. El segundo comisario acompañará a Manuel Marín, ex secretario de Estado para la CEE y candidato ya decidido desde hace meses, como representante español en la Comisión Europea. Con este nombramiento se pone fin a un largo período de especulaciones en el que la falta de un consensosobre los candidatos naturales del principal partido de la oposición había abierto la posibilidad de que los problemas de la gestión de los temas del tratado de adhesión a la CEE se convirtieran en materia de confrontación política entre el Gobierno y la Coalición Popular.

Más información
La 'guerra' de las comisarías

Los dos comisarios que por derecho corresponden a España en la Comisión Europea ejecutarán la política comunitaria sin ninguna dependencia de su Gobierno o partido nacional. Esta característica, que es un principio consagrado en la Comunidad Económica Europea (CEE), no contradice la importancia que de hecho tiene el que se defiendan los "puntos de vista españoles" a la hora de proponer y llevar a cabo las disposiciones comunitarias.Capacidad de gestión

El nombramiento de Abel Matutes, un candidato de última hora, se hizo posible por el pacto alcanzado entre Manuel Fraga y el presidente del Gobierno en los últimos días.

Según fuentes de Alianza Popular, el partido decidió proponer un nombre distinto al de la terna, hace una semana y esa decisión le fue comunicada por Fraga a Felipe González "a finales de la semana pasada o a primeros de ésta". Hasta entonces, el Gobierno había rechazado obstinadamente los nombres propuestos (Carlos Robles Piquer, Guillermo Perinat y Antonio Navarro) por no considerarlos apropiados a la etapa que en enero inaugura España como miembro de la CEE.

La capacidad de gestión era condición prioritaria. Entre el resto de los nombres barajados, incluidos Eduardo Punset y Raimundo Bassols, sólo Fernando Abril Martorell contó con posibilidades serias. El ex ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones, Enrique Barón fue siempre un recurso del que disponer si se agotaban las soluciones de compromiso.

A pesar de que el líder histórico de Alianza Popular había mostrado ante la opinión pública su empecinamiento en los nombres de la terna, en el interior del partido la realidad era muy distinta, lo que ha permitido al Gobierno mantenerse firme para lograr un pacto con un candidato distinto. La necesidad de que los problemas comunitarios, que dejarán sentir su máxima dureza en los primeros años, sean asumidos por las fuerzas políticas mayoritarias con un espíritu de colaboración para conseguir una mayor eficacia frente a los socios europeos es lo que ha hecho prevalecer el consenso.

Algunos sectores del Partido Socialista Obrero Español estaban a favor de pagar el coste político y nombrar a dos personas del partido o próximas a él, siempre con Marín como comisario incontestable. Al final, el hecho de que el tratado de adhesión de España a la Comunidad Económica Europea es un texto muy complejo, con casi 100 temas de gestión que exigirán su concreción y desarrollo, inclinó la balanza hacia las ventajas de "aunar esfuerzos".

División en AP

Fuentes de la Coalición Popular han confirmado las profundas diferencias internas que despertaban los integrantes de la fracasada tema. A pesar de la imagen de unidad hacia el exterior, lo cierto es que representantes de la Coalición Popular han realizado numerosas gestiones indirectas con personas próximas al Gobierno.

Por un lado, el Partido Demócrata Popular (PDP) aspiraba a tener un representante propio (sotto voce se barajaron los nombres de Javier Rupérez y de Fernando Álvarez de Miranda). No en balde, argumentan, su traducción europea, el Partido Popular Europeo, es el segundo grupo en importancia, tras los socialistas, en el Parlamento Europeo. Alianza Popular, el partido mayoritario de la oposición, en buena lógica tendrá que integrarse en el grupo conservador, compuesto por sus homónimos británicos y los neogaullistas franceses, contrarios al ingreso de España.

La presentación de una lista única para las elecciones a eurodiputados, posibilidad apuntada por Manuel Fraga para su partido para las elecciones del verano próximo, planteará en toda su crudeza la homologación de los candidatos de la coalición que resulten elegidos en los grupos del Parlamento Europeo. También hay quien apunta las tensiones expresadas en la ejecutiva de Alianza Popular, y ponen como ejemplo el interés de Jorge Verstrynge y Alfonso Osorio en que prosperara la candidatura de Robles Piquer, quizá con el fin oculto de "quitárselo de en medio".

Al final, la tercera vía dio como resultado la propuesta de Abel Matutes y, con menos fuerza, la de Pedro Schwartz, que reúnen la condición de hombre de empresa, un factor importante.

Ésta es la propuesta que al final hizo suya Manuel Fraga, quien, según la versión oficial del partido, aceptó proponer "un nombre más, pero sólo uno" para construir el consenso. En caso contrario, Alianza Popular se reservaría la oportunidad de utilizar el tema comunitario, en sus aspectos criticables, como argumento de oposición a la labor del Gobierno.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_