Fracasa el golpe de Estado en Liberia

El presidente de Liberia, Samuel Doe, anunció ayer que el intento de golpe de Estado perpetrado para derrocarle había fracasado, e instó a los rebeldes a "deponer inmediatamente las armas". En una declaración a través de Radio Elwa, emisora que en las primeras horas del día fue ocupada por los rebeldes, Doe dijo que sus fuerzas controlaban totalmente la situación, tras un día de enfrentamientos cruentos.

El presidente liberiano exhortó a los miembros de las fuerzas armadas a "mantenerse firmes y continuar siendo fieles al Gobierno". "Aprovecho esta oportunidad para informar a la nación que el golpe ha fracasado. Sigo siendo el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Liberia y el jefe del Estado", agregó.Doe declaró también que había ordenado que se estableciera el toque de queda desde la madrugada hasta la noche, así como el cierre de las fronteras del país y su aeropuerto internacional para ayudar a la busca y captura de los rebeldes encabezados por el general Thomas Quiwonkpa, ex jefe del Ejército de Liberia.

Sin embargo, otras informaciones procedentes de Monrovia señalaron que la situación continúa incierta, aunque el centro de la capital se encontraba en calma a mitad de la tarde de ayer, pero que había todavía en las calles algunos soldados, al parecer rebeldes.

Quiwonkpa, en la madrugada de ayer, dijo por la emisora Elwa que "las fuerzas patrióticas se habían hecho con el poder", en lo que fue el primer indicio de la situación y de su pretensión de derrocar al presiente Doe. El mismo militar encabezó el 12 de abril de 1980 el asalto al palacio presidencial para derrocar al presidente William Tolbert y llevar al poder a Doe, que por entonces era sargento.

El intento de golpe de ayer es el segundo que se produce en este pequeño país de la costa occidental de África -la república más antigua del continente desde su fundación, en 1847, por esclavos liberados procedentes de EE UU. El primero, con éxito se registró en abril de 1980, y derrocó al presidente William Tolbert, estuvo dirigido por Doe con ayuda de Quiwonkpa. Bajo el mandato de Doe la economía del país ha continuado deteriorándose, y muchos opositores al régimen han sido encarcelados, pese a las promesas de liberalización del presidente.

Quiwonkpa, que se convirtió en el hombre fuerte del país, pronto expresó su oposición a Doe. En 1983, acusado por éste de organizar un compló, se refugió en Estados Unidos, de donde se supone que procedía en su reaparición en el país. Es considerado pronorteamericano y se ofrecía por su captura una recompensa de 10.000 dólares (1.600.000 pesetas). Incluso desde el exilio gozaba del apoyo de muchos oficiales de las Fuerzas Armadas y había ganado una reputación de honradez en un país marcado por la corrupción.

La intentona se produce un mes después de unas elecciones -convocadas bajo presión de EE UU, que había amenazado con acabar con la ayuda económica y militar- destinadas supuestamente a restaurar en Liberia un sistema democrático.