Querella contra tres policías nacionales de Torrejón que presuntamente inducían a delincuentes a robar para ellos
Los abogados Fernando Salas y Cristóbal Cantero presentaron ayer una querella criminal en el Juzgado de Instrucción número 2 de Alcalá de Henares contra tres policías nacionales vecinos de Torrejón de Ardoz, a los que se acusa de incitar a delincuentes juveniles al robo de radiocasetes y de golpear al padre de uno de ellos cuando quiso oponerse a sus presiones. En la querella, interpuesta en representación del padre agredido, se mencionan los posibles delitos de lesiones graves, incitación al delito y receptación de objetos robados. Dos de los agentes han sido relevados de servicio por la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
El texto de la querella describe una reconstrucción de los hechos según la cual, el pasado 24 de octubre, los policías nacionales Lorenzo Juan Cañas y Luis Valenzuela Ruiz, destinados en Madrid, pero vecinos de Torrejón, detuvieron en esta última localidad al joven Pedro Pablo Ruiz Ortiz y le recordaron que debía de seguir entregándoles radiocasetes. La querella señala que los agentes iban de paisano y estaban fuera de servicio, y añade que desde hace tiempo el joven padecía coacciones y amenazas de esos funcionarios para que robara para ellos. Un tercer policía nacional, Manuel Jiménez Alumbreras, destinado en Torrejón, también participaba en estas actividades.El joven Pedro Pablo había llegado ese día al límite de su paciencia y manifestó a los agentes que no iba a continuar trabajando para ellos. Ya de noche, acompañado por los policías, se dirigió a su domicilio, donde explicó la situación a su padre, Agustín Ruiz Vilches. Éste bajó a la calle, en pijama y zapatillas, para hablar con los dos funcionarios.
Los policías le dijeron que su hijo les había robado un radiocasete y que si no quería que fuera detenido, el padre debía de pagarles el precio. Agustín Ruiz Vilches les respondió que si su hijo había robado debía de ser denunciado en comisaría. Entonces los policías, uno con su arma y el otro con puños y piernas, propinaron una paliza al hombre, siempre según la querella.
Luego, padre e hijo fueron detenidos y trasladados a la comisaría de Torrejón. De estos hechos, dice la querella, existen varios testigos, cuyos nombres se citan.
A causa de los golpes, Agustín Ruiz Vilches sufre pérdida parcial de visión en el ojo izquierdo y múltiples contusiones y traumatismos, certificados por el hospital Primero de Octubre y la clínica Ruber.
La querella prosigue relatando que este suceso no responde a un problema específico de la familia Ruiz con los citados agentes. Ocho jóvenes, cuyas identidades constan en el escrito, aseguran que desde hace varios años han sido obligados a robar radiocasetes para los tres policías nacionales ya citados, bajo la amenaza de ser detenidos si no cumplían. La mayoría de estos muchachos tiene antecedentes penales y graves dificultades para incorporarse a la vida normal, por lo que son susceptibles de ser coaccionados por la policía, siempre según los abogados de la acusación.
Todos los muchachos coinciden en señalar a Manuel Jiménez Alumbreros, el policía que vive y trabaja en Torrejón, como el más activo del trío de agentes que se beneficiaban de la receptación de los objetos robados para ellos. Ese agente les citaba en el bar Numancia, de Torrejón, propiedad de un hermano suyo, que servía de lugar de entrega de los objetos robados.
La Jefatura Superior de Policía de Madrid informó el pasado lunes que los agentes Manuel Jiménez Alumbreros y Luis Valenzuela Ruiz habían sido "relevados del servicio que habitualmente prestan". El tercer agente, Lorenzo Juan Cañas, no depende de la Jefatura sino de la Dirección General de la Policía, y no ha sido apartado del servicio.
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