El fallecimiento de José María de Oriol, marqués de Casa Oriol, plantea el liderazgo del sector eléctrico en España

José María de Oriol y Urquijo, marqués de Casa Oriol, gran patriarca de las eléctricas, falleció ayer en Madrid a los 80 años de edad en su casa de El Plantío, situada a 15 kilómetros de la capital de España. La causa del fallecimiento fue una anemia irreversible que padecía desde hace bastante tiempo. En los dos últimos años, Oriol acudía a su despacho y a las muchas reuniones que despachaba diariamente en silla de ruedas. Concretamente, su última imagen pública se produjo el pasado mes de julio, cuando acudió, en la misma silla de ruedas, a una reunión en Madrid de los presidentes de las principales compañías eléctricas con el recién nombrado ministro de Industria y Energía, Joan Majó, para proseguir las eternas negociaciones sobre el intercambio de activos.

La muerte de José María de Oriol es un punto y aparte en la historia de una saga familiar, que se complica sucesivamente y que se entrelaza en multitud de ocasiones con la gran nobleza española. Sus intereses empresariales en el mundo de la industria y de las finanzas confirman a los Oriol como uno de los ejemplos típicos de oligarquía nacional. Los mismos Oriol cuentan que provienen de una familia burguesa que baja de Francia y que se asienta inicialmente en Cataluña. Sin embargo, el abuelo de Oriol y Urquijo -también José María Oriol- aparece en el sitio de Bilbao, en la primera parte del siglo XIX.

Carlistas y liberales

De ideología carlista, este Oriol ha de exiliarse. En un desfile de las tropas carlistas en Bayona conoce, según cuentan, "a una chica rubia, guapísima, de la que se enamora". Se trata de una Urigüen, de familia liberal, perteneciente a los fundadores del Banco de Bilbao. Se casan en Bilbao y para desolación de los cónyuges, a la boda no asiste casi nadie. Se trata de una extraña unión de carlista y liberal. Del matrimonio nacen dos hijos: José Luis Oriol, padre del marqués de Casa Oriol, y Ángeles Oriol, que contrae matrimonio con un Ybarra, otra familia de rancio abolengo vasco.

José Luis Oriol y Urigüen pasa su juventud en París y poco a poco se va alejando de Cataluña. De profesión arquitecto, entre sus aspectos profesionales destaca la canalización del río Manzanares o el edificio de la Universidad de Valencia. Casa con Catalina de Urquijo, hija de Lucas de Urquijo, fundador de la empresa Hidroeléctrica Española. En un libro hoy casi inencontrable, publicado con motivo del 50º aniversario de la creación de Hidrola, Germán de Mora escribe así de Lucas de Urquijo, y de Oriol: "Nacido en Murga (Álava), sobrino del primer marqués de Urquijo, que falleció sin hijos, y hermano de' don Juan Manuel, quien como primogénito heredó el título y la banca fundada en el reinado de Isabel II por don Estanislao de Urquijo, don Lucas inició sus estudios en Orduñal y de allí pasó a Pamplona y más tarde a Madrid, donde cursó la carrera de Leyes ( ... ). Don Lucas de Oriol se asocia cierta tarde del año 1907, en la calle de Jorge Juan, en casa de su yerno don José Luis de Oriol, el cual está relacionado con Ja Hidroeléctrica Ibérica, al ingeniero don Juan de Urrutia (...). Don Lucas encabezó el grupo de Madrid, constituido por capitalistas vizcainos y alaveses, que a la sazón residían en la capital, y que se unieron al grupo bilbaino, dirigido por don Enrique Ocharan, director en aquel momento del Banco de Vizcaya". Sirve este escrito como ejemplo de la trama económico-industrial que se va tejiendo alrededor de la familia Oriol.

Familia numerosa

José Luis Oriol y Catalina de Urquijo tienen ocho hijos: José María, Lucas, Fernando, Antonio María, Sacramento, Teresa, Ignacio y Catalina (esta última es monja carmelita descalza, en el Cerro de los Ángeles, donde hoy entierran a su hermano mayor). Todos los Oriol luchan en la guerra civil en el bando llamado nacional.

El hijo mayor es precisamente el marqués de Casa Oriol. Es el sucesor de su padre en muchas de las empresas que fundó. Su expediente con el régimen anterior es muy extenso: alcalde de Bilbao recién terminada la contienda, fue también vocal de la Junta Nacional de Guerra, jefe provincial de Falange Española y de las JONS de Vizcaya, y consejero nacional del I y II Consejo Nacional de FET y de las JONS. Asimismo fue procurador en Cortes por designación directa del anterior jefe de Estado y en representación del Instituto de Ingenieros Civiles. Según fuentes solventes, en 1945 Franco le ofrece ser ministro de Industria, cargo que rechaza por entender que es mucho más útil la labor política que realiza: la de intermediario entre don Juan y Franco para trenzar una restauración monárquica.