Hernández Gil proclama que no habrá "cambio" en la nueva etapa del poder judicial
"Quedo posesionado del cargo de presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial. El acto ha terminado". Con esta escueta fórmula, Antonio Hernández Gil tomó ayer posesión de los dos máximos cargos del poder judicial en una sesión conjunta de los plenos de ambos órganos, en presencia de los presidentes del Ejecutivo, Legislativo y Tribunal Constitucional. Tras el acto, Hernández Gil, en respuesta a los informadores, eludió toda apariencia de ruptura con la etapa anterior y aseguró: "La orientación que yo traigo es la de la Constitución y la justicia, de modo que cambio, propiamente, no va a haber".
Asistieron al acto, que se celebró en el salón de los Pasos Perdidos del palacio de Justicia, los presidentes del Gobierno, Felipe González; Congreso de los Diputados, Gregorio Peces-Barba; Senado, José Federico de Carvajal, y Tribunal Constitucional, Manuel García Pelayo, y el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra. Por este orden de protocolo, se situaron en un lugar preferente frente a la presidencia del acto, ocupada por los magistrados de la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo, presididos por el titular de la Segunda, Fernando Díaz Palos.Junto a la presidencia, a derecha e izquierda, se encontraban los 20 vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Ocuparon también lugares destacados el ministro de Justicia, Fernando Ledesma; el fiscal general del Estado, Luis Antonio Burón; el presidente de la Audiencia Nacional, Rafael Mendizábal, y los presidentes de los tribunales centrales de Trabajo y Cuentas, entre otros altos organismos, así como los casi 80 magistrados del Tribunal Supremo.
También estuvo presente Manuel Gutiérrez Mellado como presidente en funciones del Consejo de Estado, cargo que ocupa al ser el consejero permanente que preside la sección primera del alto órgano consultivo. Según fuentes jurídicas, Gutiérrez Mellado era el candidato de Alfonso Guerra para sustituir a Hernández Gil en la presidencia del Consejo de Estado, pero la exigencia legal de que este cargo sea ocupado por un jurista, ha obligado a pensar en otra persona. En círculos políticos se daba ayer como seguro el nombramiento del ex ministro Tomás de la Quadra-Salcedo, aunque no pudo confirmarse con el interesado.
Abrió el acto Díaz Palos, quien pidió al magistrado más antiguo, Ángel Rodríguez, y al más moderno, José Beltrán de Heredia, que impusieran a Hernández Gil la insignia de su cargo. Seguidamente el presidente del acto indicó a Hernández Gil que tomara asiento en el sillón presidencial, "en señal de posesión". Así lo hizo el nuevo presidente del Tribunal Supremo y del CGPL
Los conflictos pendientes
Terminado el solemne acto, Hernández Gil se reunió con los informadores, ante los que declinó pronunciarse sobre si el Consejo mantendrá o retirará los conflictos de competencias contra el Parlamento planteados por el anterior CGP.I ante el Tribunal Constitucional. Confirmó que es uno de los asuntos pendientes, "pero yo no puedo pronunciarme aún", dijo, "porque el Consejo es un órgano colegiado".
Igualmente eludió valorar el alcance de la próxima ratificación o renovación de los 70 magistrados que presiden las salas del Supremo y las audiencias territoriales y provinciales. Se limitó a decir: "Por supuesto que tendrán importancia las personas que se designen, pero las personas que se designen estarán sujetas a la ley y han de cumplir la ley como fundamento de su actuación".
Hernández Gil expresó su disposición a trabajar por la justicia en la que, según dijo, "hay que conseguir que se impongan las realidades valiosas al servicio de todos los españoles sobre los problemas existentes". Resaltó el primer término con que aparece la justicia en la Constitución española y aseguró que en la nueva etapa del Consejo no habrá cambio, sino una afirmación de la justicia".
Poco después, Hernández Gil se trasladó a la sede del CGPJ, en donde tomó contacto con los 20 vocales, en una reunión previa al pleno formal convocado para hoy. Entre las primeras cuestiones sobre las que decidirá el pleno del CGPJ figura el relevo del secretario general de este órgano, Blas Oliet Gil. El hecho de que Oliet sea familiar de Hernández Gil no será obstáculo, según fuentes del Consejo, para su sustitución, si la mayoría del pleno así lo decide.
Para la elección de vicepresidente del CGPJ, que requiere los tres quintos del Consejo y que probablemente se decida hoy, fuentes socialistas daban ayer como candidatos más cualificados a Cesareo Rodríguez Aguilera, Pablo García Manzano y Manuel Peris.
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