Un juez mauritano acusa al buque soviético del hundimiento del 'Alcoco'

Un juez instructor mauritano ha acusado formalmente al buque soviético Jozas Vitas como autor de la colisión que provocó el hundimiento del pesquero canario Alcoco, el pasado lunes, frente a la costa mauritana. El Jozas Vitas abandonó ayer el puerto de Nuadhibú tras abonar la tripulación una fianza. Los cinco supervivientes habían identificado al Jozas Vitas, que los rescató, como el autor del abordaje. La Administración española exigirá responsabilidades a la URSS por vía bilateral o ante los tribunales internacionales, según señaló ayer la Oficina de Información Diplomática.

Miguel Garay, médico del Instituto Social de la Marina (ISM), en la capital de Mauritania, aseguró ayer que los pescadores canarios están en perfectas condiciones de salud. Submarinistas mauritanos buscaban ayer en el casco del pesquero hundido a los cuatro pescadores que desaparecieron. En el suceso perecieron otros tres marineros.El testimonio de los pescadores canarios ha sido ratificado, ante el juez mauritano que instruye el caso, por los 10 ciudadanos de ese país que figuran enrolados en el Jozas Vitas, según informa el ISM. De otra parte, el capitán del barco soviético, con matrícula LB-0434, de unas 3.000 toneladas de registro bruto, ha rechazado tal acusación señalando que acudió al lugar del suceso con el fin de ayudar a los supervivientes. Según confesiones de los pescadores canarios, el buque soviético tocó con el lado de babor al barco artesanal, que se fue a estrelló en el casco del pesado buque.

Los pescadores añaden que era el único barco que se encontraba en 15 millas a la redonda, dato que es esgrimido como un argumento más a favor de la denuncia de los pescadores del Alcoco.

Testigos presenciales aseguran que en el puerto mauritano de Nuadhibú el Jozas Vitas ha sido reparado de algunos desperfectos, ocasionados, según se cree, por el impacto con el Alcoco.

El juez mauritano encargado del caso concluyó en la tarde del miércoles sus entrevistas con los cinco tripulantes del Alcoco. No obstante, el buque-hospital español Esperanza del Mar, fondeado en el puerto de Nuadhibú desde el pasado lunes, no había podido zarpar hacia Gran Canaria como deseaba. El juez instructor, encargado de dar la autorización de salida, no estaba localizado. En medios diplomáticos españoles no se ha ocultado que durante el transcurso de tales acontecimientos se ha experimentado cierta sensación de impotencia por la lentitud de los trámites.