Incoherencia
Espectacular operación si la hay -se recuerda todavía el estupor del mundo entero cuando los opositores de Salazar se apoderaron del Santa María-, el secuestro de un barco pretende replicar por parte palestina a la incursión aérea, también espectacular, de la aviación israelí sobre el cuartel general de la OLP. Los autores de ese golpe exigen la liberación de una cincuentena de sus hermanos detenidos en Israel. ¿Lo creen sinceramente? Jerusalén tiene por principo no ceder jamás a ese tipo de chantaje.Cualquiera que sea el fin de este asunto, ilustra perfectamente la reciente recrudescencia de las actividades terroristas de los palestinos. Después de la derrota que han sufrido en Beirut, primero, y luego en Trípoli, donde tuvieron que abandonar su plaza fuerte bajo la amenaza del Ejército israelí, por un peregrinaje que no llevó a Túnez, los partidarios de Arafat saben que se encuentran en un callejón sin salida. Su opción militar, dogma intocable durante muchos años, ha sucumbido bajo los golpes del Estado hebreo, pero también de Siria. Ésta, en nombre de sus intereses propios, no podía tolerar una fuerza palestina autónoma y activa en su protectorado libanés. Vencido y humillado, el Estado exiliado que dirigía Arafat se ha dislocado y debilitado.
¿Qué hacer después de una derrota semejante? El jefe de la OLP ha aceptado la idea de una confederación judeo-palestina, lo que implicaba reconocer la resolución 242, que implica la existencia del Estado de Israel. Pero es también, al olvidar el sangriento septiembre negro de 1970, situarse bajo la tutela del rey Hussein y alejarse de toda perspectiva de reconeffiación con Damasco. (...)
9 de octubre.
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