La planificación industrial debe articularse con la producción del territorio, según Bricall

La necesidad de lograr un pacto o acuerdo entre el modelo de industrialización clásico de grandes empresas con tecnologías avanzadas y los nuevas experiencias de industrialización difusa fue una de las conclusiones más signiricativas señalada por Josep Maria Bricall, catedrático de Economía Política y Hacienda Pública, en el acto de clausura del II Encuentro de Economistas ítalo-españoles, celebrado en Sant Feliu de Guíxols los pasados 3, 4 y 5 de octubre. El encuentro, organizado por el Colegio de Economistas de Catalunya, el Consejo General de Colegios de Economistas y la Sociedad Italiana de Economistas participaron más de 40 economistas.

El fenómeno de la "industrialización difusa" registrado en el norte de Italia, desde finales de la década de los sesenta, como de modelo de industrialización alternativo al impulsado por las grandes empresas fue el tema que despertó mayor interés del encuentro. Los economistas italianos explicaron la génesis y repercusiones de este nuevo modelo de industrialización que en las regiones en que se ha desarrollado más intensamente ha generado un crecimiento mayor que el proporcionado por la industrialización clásica.Bricall sintetizó la "industrialización difusa" como un fenómeno que se inicia a principios de 1968, coincidiendo con el fin del proceso de concentración industrial en importantes sectores. Según el profesor, el aprovechamiento de mercados locales, con necesidades muy ligadas las caracteríticas del territorio, permite la creación de unos determinados bienes de consumo. Esta actividad implica a su vez la creación de unos bienes de equipo especiales para este tipo de producción que al mismo tiempo crea su propio mercado.

La "industrialización difusa, se carateriza por pequeñas empresas, con poco capital, producciones muy próximas al consumo y a las necesidades del territorio lo que permite prescindir de factores tan clásicas como los transportes y las comunicaciones. Otra caraterística es el empleo de maquinaria standar a la que se han introducido pequeñas innovaciones para ajustarlas a determinados tipos de demanda y consumo.

Bricall se mostró cauteloso en la valoración de este fenómeno al considerar, en su análisis, que no se podía prescindir de la estrategia de industrialización clásica apoyada en las grandes industrias y nuevas tecnologías. En este sentido se pronunció por una planificación sobre la base de la estrategia clásica de desarrrolo que articule estos nuevos procesos. También planteó la necesidad de una política in dustrial del territorio, aunque reconoció que nadie sabía cómo debía efectuarse.

Ocupación y empleo

Mayor entusiasmo manifestó el profesor Giorgio Fuà, presidente de la Sociedad Italiana de Economistas, al analizar este fenómeno registrado en las regiones septentrionales de su país. Fuà destacó que respecto al empleo, la estrategia de las multinacionales y las tecnologías punta se había mostrado mucho más ineficaz que el papel que juegan las pequeñas empresas ligadas al territorio.Los economistas analizaron los cambios de la problemática territorial que están produciendo transfonnaciones de los sectores productivos en agricultura, turismo y servicios durante la crisis. En este sentido se señaló que la solución de la crisis pasa por una reestructuración agraria profunda y una redefinición de la actividad de los servicios.

Todos los debates exigieron una reflexión permanente sobre el modelo de desarrollo eco nómico desde una política territorial y, por tanto, que exigía "repensar la política económica en función del territorio".

Los participantes celebraron un encuentro con un grupo de alcaldes de municipios con una población comprendida entre los 15.000 y 50.000 habitantes en los que expusieron sus experiencías y actuaciones dirigidas a la creación de empresas y empleo. Alguna de las intervenciones de los edíles causaron sorpresa a los economistas, como la que criticaba el papel de algunas entidades financieras que captaban el ahorro generado en el entorno local para ínvertirlo en activos monetarios con nulos efectos en el desarrollo el territorio.