_
_
_
_
Tribuna:LA ELIPSE
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

1 martes

Las mil y una derechas. Alzaga, democristiano reciclado de ejecutivo, gracias a los calcetines ideológicos. Fraga, presidencialista nato, reconvertido industríalmente en demócrata pactista. Segurado, liberal monetarista, torturado el rostro de pasión española, como una cabeza de Juan de Juni. Han firmado una papela para la coordinación electoral, pero es lo mismo: no pegan unos con otros. Y el caso es que necesitamos urgenternente la derecha perdida para que esto sea una democracia y no un socialismo real / irreal. Pero no saben hacérselo. La izquierda se agrupa por ideas y la derecha se desagrupa por intereses. Los intereses siempre son personalistas, egoístas. La izquierda se modera más y más, por ponerse al nivel de la derecha que necesita. Pero la izquierda, en este país, puede hundirse por falta del contrapeso de una derecha adulta. Le pasó a la República. La derecha, en fin, pierde el tiempo buscando errores en mis textos, cuando yo soy un escritor de derechas (siempre ha habido una derecha marxista). Adoptando el punto de vista narrador del niño de 4/5 años que era yo cuando terminaba la guerra civil, atribuyo al general Saliquet una muerte heroica el 18 de julio, leyenda que circulaba por Valladolid. Ahora se me rectifica. Igual precisión informativa y castrense, igual celo periodístico quisiera yo para Ángel Cayuela, un suponer, que se acoge a la ley L. 37/84, solicitando pensión militar como teniente en campaña del Arma de Infantería, del Ejército legal, republicano, condenado a 6 años y un día de prisión mayor. A este soldado de España le han dado un título y un camet, con promesa de percepción de haberes. Hasta ahora, ni un duro. Su mujer llega escaleras. Como él, muchísimos españoles. Cayuela vive en c. León 13, 28014, Madrid. Espero campaña de Prensa igualmente puntual sobre militares republicanos.

3 jueves

Las mil y una derechas. Me llama Tessa Baviera para la presentación de una revista en el Casino. Al taxista, hoy, se le dice "al Casino" y nos lleva a Torrelodones. Por ahí comprendemos que el viejo Casino de Madrid, en Alcalá, corresponde a un tiempo en que Madrid era poco más que una capital de provincia. Berlanga y yo quisimos comprarnos este viejo y bello Casino, para salvarlo. Gran movida para la presentación del semanario. Alberto Moncada, Marcos Ricardo Barnatán, Senillosa, Calvo-Sotelo, Lindy Corral, Paola Dominguín, Mingote, Chumy Chúmez, Mónica Randall, Marsillach y Mercedes, Agatha Ruiz de la Prada y así. En la bóveda central han puesto una gran red, a través de la cual veo, allá arriba, algo así como un pase de modelos. Todo es como un Visconti pasado por la moda "cafre". Cuando los autógrafos me dejan hojear la revista, veo que es una más de las que tratan de liberar a las mil y una derechas mediante las cremas hidratantes. Habría que aplicar un tratamiento de fondo a Alzaga/Fraga/Segurado.

4 viernes

Cena/orgía en Casa Lucio. Las mil y una derechas. Me siento con Lita Trujillo -la Rita Hayworth de nuestra jet-, Maruja Díaz (también conocida por "Mabruja") y Mirta Miller, con la que siempre hablamos -en argentinoché, nomás- de nuestros gatos. Lita:-Se dice que nos frecuentas para criticarnos. Pero yo sé que en el fondo te gusta esto.

Es lo que viene a decir René Girard en alguno de sus libros (Anagrama casi siempre) sobre Stendhal y otros.

El snob es ladrón -gatuno, Mirta, amor- y acaba haciendo la crítica implacable de los señores que eran sus modelos o "mediaciones", por decirlo con RG. Pero la sopa de ajo estaba anacreóntica, te lo prometo.

6 domingo

Alves, de Le Matín de París, me hace una entrevista sobre la movida. Unos jóvenes periodistas -chico/chica- me hacen otra casi sobre lo mismo, para Cuenca. De Radio Hospitalet me llaman todas las mañanas. ¿Qué tendré yo para los oyentes de Hospitalet del Llobregat? Un sexy, una cosa... Amo el Llobregat casi tanto como el Pisuerga. Carta entrañable de Antonio Saura, que no está en Europalia.-Porque ustedes los rojos de ahora son todos de derechas y le han marginado -salta la previsible doña Sagrario, que ha venido de octubre y otoño antiguo. Las mil y una derechas.

Invitación de una Universidad de Los Ángeles, en carta de Shari Spaine Long, para hablar de mi obra, pero dicen en el Gijón que yo no tengo obra, o sea que no voy. Las mil y una izquierdas: El otro Saura, Carlos, termina en Bronston, una nueva película con Gades. En el cóctel de fin de rodaje, Laura del Sol con el Saura/ baby, hijo del Saura/junior. Carlos ha conseguido tener hijos de la edad de sus nietos. Esta manera de alterar la tradicional cronología familiar me parece más revolucionana que las revoluciones oficiales. Los tres mosqueteros de la derecha no lo entienden, claro, lo que quiere decir que no entienden el nuevo país, con lo que nunca chuparán un candado electoral. Las mil y una derechas. Diez años después de su muerte, nos van a contar la vida fascicular de Franco (o sea en fascículos, que es como vivió). Espero que para Cayuela, militar discriminado, republicano y sin un duro, va a ser una lectura dominical apasionante. Hay miles de Cayuelas en España. Cuadernillos encuadernables a toda galleta. "Y sin aumento de precio". O sea que Franco ya no vale nada. A ver cuándo se animan y dan en fascículos a todo color una vida de Cayuela. O de Lita Trujillo, que tendría así como más cosa ¿no?

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_