El PNV celebró la fiesta anual del partido en un clima de división
Con un contingente de militantes sensiblemente inferior al de años anteriores y en un clima de crispación, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) conmemoró ayer en Vitoria la fiesta del Alderdi Eguna (Día del Partido). El ex lendakari Carlos Garaikoetxea ocupó la tribuna central en las campas de Salburúa, aunque horas después se trasladó a Álava (Navarra), donde los críticos de Navarra, Álava y Guipúzcoa celebraron una fiesta paralela.Los dirigentes nacionalistas, que no ofrecieron respuesta a la petición de amnistía para los expulsados navarros formulada desde importantes sectores del partido, reconocieron públicamente la crisis interna del PNV, aunque en esta ocasión se responsabilizó indirectamente a la Prensa de constituir la mayor amenaza para el partido.
El acto se desarrolló en medio de la tensión, que afloró en algunos momentos con enfrentamientos entre distintos grupos de militantes, pese al optimismo de que hizo gala el lendakari Ardanza en su exposición del balance de los ocho meses de su gestión al frente del Gobierno autónomo.
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