Knapp, el entrenador islandés, ensalza la fuerza de la afición sevillana
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Los gritos de ánimo de los aficionados sevillanos no terminaron con el partido. No en vano el propio preparador islandés, Tony Knapp, ensalzó la fuerza de esta afición, que anota en su libreta cualquier soniquete y refrán. Fuera del campo, ya con España clasificada, varios miles de seguidores alternaban el grito gaditano "¡Esto es carnaval, esto es carnaval!?" con el de "¡Qué, maravilla, España gana en Sevilla".
Mientras tanto, el vestuario de la selección española y sus aledaños se poblaban de personalidades que quisieron sumarse a la alegría de los jugadores. Entre ellos estaban el presidente del Consejo Superior de Deportes, Romà Cuyàs; los presidentes de la Liga Profesional y Federación Española de Fútbol, Antonio Baró y José Luis Roca, respectivamente; el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Javier Torres; los presidentes del Barcelona, Betis, Athlétic de Bilbao y Cádiz; entrenadores, dirigentes...
La tupida masa de aficionados fue controlada discretamente por agentes del orden. No se registraron incidentes y el aparato policial de seguridad sólo tuvo que intervenir para detener a 12 personas implicadas en la reventa de entradas, de las que se requisaron 350.
La clasificación de España también tuvo una gran repercusión en México. La victoria ante Islandia, seguida por radio y televisión, fue recibida con júbilo. En la sede del Comité Organizador del Mundial 86 no se ocultó la satisfacción. Tanto Guillermo Cañedo como Rafael del Castillo, presidente y vicepresidente, respectivamente, del mismo, así lo hicieron saber y adelantaron que España será una de las selecciones más taquilleras.
