Dramáticas imágenes de televisión sobre el seísmo

"Si este terremoto ocurre dos horas más tarde ninguno de los que hasta ahora llevamos al mundo esta narración de imágenes del desastre pudiese haberlo contado" dijo Jacobo Zabludoski, presentador estrella de Televisa, una emisora privada de televisin mexicana. Televisa, que perdió en el seísmo dos de sus más importantes torres de transmisión y varios edificios situados en el centro de México, realizó anoche una dramática transmisión que fue recogida en Guatemala.

La primeras imágenes de este programa mostraban los destrozos que el terremoto había causado en las estaciones de Televisa que emite desde la zona residencial de San Ángel, al sur del Distrito Federal.Los periodistas mexicanos que participaban en la emisión de Televisa se mostraban asombrados por la magnitud del desastre y contaban cómo en los diferentes recorridos que habían realizado habían visto "muerte, sangre, sudor y lágrimas de un pueblo castigado duramente por la naturaleza".

Al tiempo, los informadores resaltaban el civismo que se observaba en las zonas más castigadas por el desastre, donde brigadas especiales de rescate, acompañadas de muchos voluntarios buscaban víctimas entre los escombros.

Uno de los narradores declaraba que había "panaderías, supermercados, puestos de venta de todo tipo, escaparates rotos y tiendas abiertas abandonadas, y sin embargo nadie se dedica al pillaje". Y añadía que "también hay noticias de que un importante número de personas están vaciando sus despensas en un enorme gesto de solidaridad con los damnificados". En distintas zonas de la ciudad, el Ejército controlaba el tráfico para permitir la circulación de los vehículos de socorro.

Entre las escenas más escalofriantes de este programa estaban las declaraciones realizadas por un súbdito francés, que afirmaba haber podido salir de entre las ruinas de un hotel derrumbado, apartando los escombros bajo los que había quedado sepultado.

Este testigo de la tragedia afirmaba en su aparición en el programa televisivo que había visto varios muertos y que además había podido escuchar los gritos de la gente atrapada en los ascensores del hotel pidiendo auxilio.